Desde República De Uruguay
Fecha: 22 / Febrero / 2015
YO TAMPOCO SOY CHARLIE
La sensata opinión del Papa
Por Niko Schvarz
En medio de la conmoción internacional por el mortífero atentado contra
Charlie Hebdo, se publicó una contratapa firmada de LA REPÚBLICA bajo el
título: “Je ne suis pas Charlie”. Comparto ese criterio. Yo tampoco soy
Charlie. A esto se agregaron pocos días después las opiniones vertidas por el
Papa Francisco en su viaje a Sri Lanka (Ceylán) y las Filipinas, que provocaron
intenso revuelo. Yo comparto también la esencia de las opiniones del Papa, que
salieron al encuentro de visiones dominantes en escala internacional.
Hay dos principios básicos que a mi juicio deben regir el análisis de
estos temas. Uno es la libertad de expresión, que es un derecho irrestricto,
absoluto, que no admite ninguna cortapisa. Cada cual tiene el derecho de opinar
lo que le parezca y de expresarlo por los medios que tenga a su alcance, sin
restricción de ninguna especie. Este derecho tiene un correlato, que es
intrínseco al mismo, que no lo limita en forma alguna pero que lo acompaña como
la sombra al cuerpo: y es la libertad que tiene cada uno de expresar su propia
opinión acerca de las opiniones vertidas por otros. Y si yo condeno la opinión
expresada por un medio, no estoy cercenando la libertad de expresión, sino
ejerciéndola plenamente a mi vez.
El otro principio de validez absoluta y universal es el que posee cada ser
humano de practicar la religión que haya elegido, o de no practicar ninguna.
Este derecho entraña, como consecuencia ineludible, que debe ser respetado en
sus creencias, aún por quienes son contrarias a ellas por cualquier razón.
Pues bien: aplicando estos principios, declaro que “je ne suis pas
Charlie”. Porque ha realizado una prédica agresiva, de baja estofa, insultante
contra las convicciones religiosas de cerca de dos mil millones de integrantes
del género humano. Lo ha hecho con reiteración, en forma obcecada y en el
estilo más rastrero. Voy a dar un solo ejemplo, que se agrega a los múltiples
citados en el debate: es una carátula ilustrada que hace referencia al “Coran
de la merde”. En esos términos. Yo había visto el facsímil, y lo encuentro
reproducido en LA REPÚBLICA del jueves 8, en la página 4. Esto es hacer un
periodismo de cloaca.
Yo condeno de manera categórica, rotunda, sin ningún atenuante, el
atentado contra los periodistas del semanario y el personal del mercado, no
solamente por razones humanitarias, sino también por convicciones políticas
contrarias al atentado individual, considerando que el mismo es absolutamente
contraproducente. No voy a reeditar la polémica generada respecto a los atentados individuales a fines
del siglo antepasado, pero lo cierto que sus conclusiones contrarias a los
mismos siguen plenamente vigentes. Por lo tanto, la condena a ambos atentados
es concluyente y sin vueltas.
A todo esto entra en escena el Papa Francisco, quien trajo el tema a
tierra en su doble aspecto con las siguientes palabras: “Matar en nombre de
Dios es una aberración. Pero tampoco se puede provocar e insultar la fe de los
demás. Y si alguien dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede
asegurarse un puñetazo”. (En la versión italiana: “Non si deride la fede
altrui, se un amico insulta mia mamma si
aspetti un pugno”). Aquí están contemplados los dos aspectos de la cuestión: la
condena tanto al atentado como a la campaña provocativa del semanario.
Conceptos plenamente compartibles.
Hay otro aspecto fundamental. El domingo 17 se celebraron grandes
manifestaciones en Francia en repudio a los atentados, y en la primera fila de
las manifestaciones en París se ve al presidente François Hollande rodeado por
líderes europeos como la canciller Angela Merkel, el presidente de Malí y nada
menos que el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu. Trascendió que
Hollande le pidió a Netanyahu que no asistiera, pero éste insistió, y la
respuesta consistió en invitar además al líder palestino Mahmud Abbas.
No deja de ser paradojal la presencia en un acto antiterrorista de uno de
los mayores terroristas de Estado del presente, responsable de la muerte de
miles de palestinos en la operación Plomo Fundido de 2007-2008 y en la más
reciente “Borde Protector”, de la matanza de cientos de niños, de la
destrucción de viviendas, los atentados a las ambulancias, a centros
hospitalarios y a las escuelas de las Naciones Unidas, ataques mortíferos a
embarcaciones en alta mar, además de la construcción de asentamientos en
territorios palestinos y del “muro de la vergüenza” que los despoja de tierras
propias. Una nota sobre este tema alude a “Netanyahu y el cinismo de un
terrorista bueno”. Y estuvo en compañía de los dirigentes de los países
europeos de la OTAN, que secundaron a EEUU en sus agresiones a Afganistán, a
Libia, a Irak y a Siria, con miles de muertos en cada caso.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro
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