Desde Cuba
Fecha: 28/Jun/2015
Fecha: 28/Jun/2015
La Táctica De EEUU Hacia Cuba Cambia,
Pero La Estrategia Se Mantiene
Jorge Bolaños*
Nuestro Presidente Raúl Castro Ruz y su par de Estados Unidos, Barack
Obama, anunciaron el 17 del pasado mes de diciembre el restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre ambas naciones, después de una ruptura unilateral
dictada por el presidente Dwight Eisenhower en enero de 1961.
Consiguientemente, el día 22 del pasado mes se llevó a cabo la primera
ronda de negociaciones para el restablecimiento de relaciones diplomáticas
entre Cuba y Estados Unidos basadas en los principios del Derecho
Internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de las Convenciones de
Viena sobre las Relaciones Diplomáticas y Consulares. La ronda se realizó en un
ambiente respetuoso y constructivo, según declaraciones a la prensa formuladas
por los respectivos jefes de delegaciones.
Este hecho es de gran significación diplomática después de medio siglo de
ausencia y equivale al reconocimiento del Gobierno Revolucionario cubano
presidido por el Presidente Raúl Castro Ruz.
En su información a la nación, nuestro Presidente dejó claro que una cosa
era el restablecimiento de relaciones y otra la normalización de las mismas, lo
cual no sería posible mientras permanezca vigente el bloqueo impuesto a nuestro
país.
Se trata del criminal bloqueo más largo que conoce la historia moderna y
que hace a Cuba el país más sancionado del planeta, según palabras pronunciadas
en el año 2012 por el entonces Jefe del Buró de Sanciones de la Oficina de
Control de Activos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La mencionada reunión fue precedida por acciones de gran importancia y
regocijo para nuestro pueblo como fue el regreso a la Patria de nuestros
hermanos Gerardo, Ramón y Antonio.
En el camino hacia la normalización de relaciones hay otros pasos que
entran dentro de las facultades del Presidente de Estados Unidos, entre ellas,
la de gestionar la retirada de Cuba de la espuria lista de países
patrocinadores del terrorismo internacional que ha generado persecuciones y
multas multimillonarias a entidades financieras internacionales de diversos
países desarrollados y dificultado nuestras operaciones con la Banca; no puedo
dejar de mencionar el descrédito e incredulidad que suscita la cínica inclusión
de Cuba en dicha lista entre la comunidad internacional y hasta en algunos
funcionarios estadounidenses que han tenido algo que ver con este asunto.
Dentro del conjunto de acciones emprendidas por Obama se encuentra la de promover
la modificación de las leyes que codifican al bloqueo y que son de la
competencia del Congreso.
La sabiduría convencional estadounidense suele dar por sentado que los
presidentes se valen de su segundo mandato para establecer su legado histórico
en el ámbito nacional e internacional; así como también para hacer todo lo
posible a favor de que su Partido gane la próxima elección presidencial.
Nunca antes un presidente de Estados Unidos había tenido tan propicias
condiciones para hacer cambios novedosos en su política hacia Cuba, considerada
hoy por la mayoría de sectores del establishment como una política fracasada
que afecta sus intereses y urgida de cambio.
Hoy los sondeos de opinión reflejan que la población estadounidense
mayoritariamente favorece el establecimiento de relaciones diplomáticas y la
eliminación del bloqueo. Recientemente el periódico The Washington Post realizó
un sondeo entre estudiantes universitarios que arrojó que ocho de cada diez
favorecían la eliminación de las sanciones a Cuba.
Nunca antes el bloqueo había sido tan rechazado y convertido en tema de
conflicto en las relaciones de Estados Unidos con los países de nuestra región.
En la historia de la Asamblea General de las Naciones Unidas jamás el Imperio
había quedado tan aislado de la comunidad internacional como ocurre año tras
año en la votación de la Resolución que condena el bloqueo económico, comercial
y financiero impuesto a Cuba.
Nuestro Presidente Raúl Castro ha dejado en claro, en reiteradas ocasiones
y en diferentes ámbitos, la voluntad del Gobierno Revolucionario de discutir el
conflicto histórico Cuba-Estados Unidos sin condiciones y sobre la base del
respeto mutuo a la soberanía y autodeterminación de ambas naciones.
Todo lo anterior, más la firme y decisiva resistencia y unidad del pueblo
cubano y la lucidez por parte de la Dirección de nuestro país en la conducción
de la política exterior y, en particular, lo referido a Estados Unidos, ayuda a
explicar el giro del presidente Obama al reconocer públicamente, en sus recientes
intervenciones, el fracaso de la política de hostilidad y bloqueo llevada a
cabo durante 54 años y sustituirla por otra que ofrezca mayores posibilidades a
sus objetivos originales que no son otros que el desmantelamiento del orden
social y económico soberanamente elegido y respaldado por nuestro pueblo.
Según declaraciones a la prensa atribuidas a la Subsecretaria del
Departamento de Estado, Roberta Jacobson, la táctica hacia Cuba cambia pero la
estrategia se mantiene. Luego el proceso de normalización será largo y preñado
de obstáculos pero no imposible a pesar de las profundas diferencias de orden
social, económico, político, ético, extensivas al campo de la política
exterior.
Nuestra honda frente al gigante
seguirá siendo la de Martí.
*Diplomático cubano y Profesor Auxiliar del Instituto de Relaciones
Internacionales. Fue Jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington y
Embajador de Cuba en México.
solidaridad.cuba@gmail.com
Publicación Barómetro 26-02-15
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