DESDE AGE.
INTERNACIONAL
29 NOVIEMBRE 2012
Más denuncias de WikiLeaks sobre
torturas
La
anatomía de la bestia
Niko Schvarz
Aunque Julian Assange no puede salir
de la embajada de Ecuador en Londres (porque en tal caso sería detenido por las
autoridades británicas, extraditado a Suecia y de allí a Estados Unidos, que le
quiere hacer pagar caro sus revelaciones), el sitio web WikiLeaks ha reanudado
la publicación de documentos secretos del Departamento de Defensa
estadounidense, caratulados como “TOP SECRET”, que sacan a luz el sistema
criminal de torturas que impera en la base de Guantánamo, en los centros de
detención en Irak y en prisiones secretas de la CIA desparramadas en varios países.
WikiLeaks comenzó a publicar a fines de octubre más de
100 nuevos archivos clasificados o de acceso restringido del Pentágono, en los
que se establecen las normas y procedimientos de las detenciones bajo custodia
militar de EEUU y las técnicas de interrogatorio bajo torturas practicadas en
esos centros desde hace más de una década. Los documentos incluyen los
Procedimientos Operativos Standard de los campos de concentración en Irak y
Guantánamo, manuales de interrogatorio y órdenes de cambios en los
procedimientos de las detenciones e interrogatorios.
Según un comunicado de Assange, estos documentos sobre la
“Política de detenidos de EEUU” muestra la anatomía de la bestia en los
procedimientos aplicados después del 11 de septiembre (de 2001).
Varias de estas “políticas de detenciones” se refieren a
Camp Bucca, el mayor centro de detenciones en Irak, a la cárcel de Abu Ghraib,
ubicada al oeste de Bagdad, su capital, a Guantánamo, ese puñal clavado en el
costado de Cuba, y a instalaciones penitenciarias del ejército estadounidense
instaladas en Europa con la anuencia de los gobiernos de esos países.
Según otro de los documentos revelados, en 2008 se
eliminó el requerimiento de grabar las sesiones de los interrogatorios en
algunas de las prisiones, después de hacerse públicos videos y fotos sobre las
torturas inauditas practicadas en Abu Ghraib. El presidente Obama revocó esa
orden.
Una de las técnicas utilizadas, según un documento del
año 2005, es la de “aproximación al amor emocional”, que explota los
sentimientos del detenido hacia por sus familiares, sus compañeros o su
patria. Otra técnica es la de “infundir miedo severo”, en que el torturador, en
voz alta y amenazadora, procura convencer al detenido que le esperan
sufrimientos espantosos y no tiene otra opción que “cooperar”. Todo esto además
de la técnica del ahogamiento, o “submarino” (waterboarder), que se utilizó en
profusión. También se van a publicar nuevos documentos relativos al centro de
torturas conocido como “Campamento Delta”, en la bahía de Guantánamo, y otros
acerca de los métodos rutinarios empleados en centros de detención en Irak.
Esta nueva tanda de revelaciones se suma a los
cerca de 250 mil mensajes secretos de la diplomacia estadounidense revelados
por WikiLeaks a fines de noviembre de 2010, que provocaron una conmoción
mundial. Un especialista en estos temas, el analista Rómulo Pardo Silva, estimó
que “la tortura, la desaparición, el encarcelamiento sin llevar a los detenidos
ante los tribunales son recursos de la política de Estados Unidos, que es la
negación de los DDHH entendidos en la legislación internacional y que utiliza
para sus planes de expansión mundial”.
Plan de la CIA para derrocar a Rafael
Correa
Este tema ha tenido una insospechada (o quizá no tanto)
derivación internacional.
Se recordará que Julián Assange se refugió en la embajada
de Ecuador en Londres, después de haber sido objeto de acusaciones absurdas (de
delito sexual) en Suecia, país que está reclamando su extradición para a la
vez, según es vox populi, extraditarlo a EEUU. En una actitud inadmisible, el
gobierno de David Cameron amenazó con ingresar con fuerzas policiales a
la sede diplomática donde Assange está refugiado desde el 19 de junio,
para detenerlo. Una protesta internacional de vastos alcances, y
particularmente de los países americanos, expresada en la UNASUR y en la OEA , con la única y
sintomática oposición de EEUU y de Canadá, impidió que se perpetrara esta
violación descarada de la norma de la inmunidad diplomática de las embajadas,
de la Carta de la ONU y del derecho
internacional. Assange sigue en la embajada ecuatoriana (en mal estado de
salud, según se ha sabido). El gobierno de Ecuador propuso a Gran Bretaña que
se le permita salir y alojarse en la embajada ecuatoriana en Estocolmo, para
desde allí responder a las acusaciones de la justicia sueca, pero se enfrentó a
una nueva y obcecada negativa del gobierno británico. En esas condiciones,
Assange sigue realizando su labor de denuncia internacional.
En este cuadro ha surgido una novedad. El 26 de octubre
el presidente ecuatoriano Rafael Correa reveló que la CIA tiene planes para impedir
su reelección en los comicios del próximo 17 de febrero 2013, citando
como prueba un artículo publicado por el ex embajador británico en Uzbekistán,
Craig Murray, en su página web personal. El portal de noticias ecuatoriano
Ecuavisa.com reproduce el planteo efectuado por Correa en su cuenta
Twitter, en el sentido de que el ex embajador británico dijo en su artículo que
la CIA invierte
87 millones de dólares, en su mayoría fondos del Pentágono, para influenciar
las elecciones ecuatorianas, y que esa cantidad se triplicó desde que Chávez
triunfó en los recientes comicios presidenciales en Venezuela.
Murray explica que los diplomáticos estadounidenses se
jugaban enteros a la derrota de Chávez, y que “la rabia por el regreso de
Chávez los ha llevado a procurar que el mismo error no se repita en Ecuador”.
Agrega que esto va a abrir camino a una campaña de la oposición para
chantajear, calumniar y provocar una ola de escándalos mediáticos contra
el gobierno de Correa en las próximas semanas. Recuérdese la conducta
canallesca de la “gran prensa” ecuatoriana en ocasión del golpe de estado policial
en Ecuador, en que llamaba directamente a eliminar al presidente. Por último
Murray afirma su convicción de que EEUU desea que Correa pierda la elección.
En ese caso, si llega al gobierno un líder
pro-estadounidense en Ecuador, el asilo otorgado por ese país a Assange sería
cancelado, y la policía metropolitana de Londres sería autorizada a penetrar a
la embajada ecuatoriana y a capturar a Assange para extraditarlo a Suecia, que
sería una mera escala para su ulterior extradición a Estados Unidos, donde lo esperaría
un verdadero linchamiento.
Véase todo lo que está en juego en torno a Assange y
WikiLeaks en el globalizado mundo de hoy, y cómo está comprometido en esta
lucha un gobierno auténticamente progresista y democrático, defensor de los
DDHH a carta cabal, como el de Ecuador con Rafael Correa, que cuenta con el
apoyo de todos los pueblos y gobiernos de América Latina.
Publicación
Barómetro 01-11-12
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