Desde Cuba
Fecha 20/Abril/2016
Cuba Sigue Siendo El
Faro
Por Antonio Guillermo García Danglades
La visita del presidente de EEUU a Cuba significa una gran victoria para
la Revolución Cubana. El discurso del
Presidente Raúl Castro en rueda de prensa conjunta con Barack Obama, ha sido
una nueva demostración de coraje y valentía que dignifica a su pueblo y
reivindica la revolución y el socialismo. Sus palabras, desligadas de retóricas
pero llenas de verdades y hechos irrefutables, también demuestran la fortaleza
y capacidad intelectual, profesional y técnica de los líderes y funcionarios
del Estado cubano y del partido de la Revolución, quienes han desarrollado,
implementado y gestionado un arduo trabajo metodológico bajo los más altos
estándares de calidad y disciplina que les ha asegurado esta victoria.
Y es que a base de dignidad, resistencia y lucha revolucionaria, aun en
las más difíciles circunstancias y con el imperio más poderoso del planeta a
tan solo 145 kilómetros de sus costas, la isla del prócer José Martí ha sabido
trazarse un camino certero para resguardar su libertad y soberanía, y los
derechos humanos indispensables para el desarrollo integral de su pueblo.
Hace 60 años, un puñado de valiosos hombres desembarcó en Los Cayuelos
con el ideal revolucionario de tener una patria libre y soberana. Tras dos años
de campaña heroica en la Sierra Maestra, las gloriosas fuerzas revolucionarias
bajo el insigne comando de Fidel, tomaron el poder para cambiar la historia de
Cuba y América Latina, y el mundo. EEUU no toleró tamaña osadía, y el pueblo
cubano debió resistir con hidalguía invasiones y atentados magnicidas, incluso
la eventualidad que en su suelo estallase una bomba nuclear más potente que las
lanzadas en Hiroshima y Nagasaki.
La disolución de la Unión Soviética le aseguró al imperialismo una
derrota fulminante para la Revolución Cubana, pero el llamado “fin de la
historia” no tuvo eco en la sociedad del nuevo hombre latinoamericano. Con
grandes sacrificios, el pueblo cubano y su dirigencia transitaron y vencieron
las adversidades del período especial, y han enfrentado con estoicismo el
bloqueo criminal que le impuso el imperio por 50 años y que hoy debe admitir
como un fracaso, después de Vietnam, el mayor revés de las políticas
guerreristas de EEUU.
En todos estos años, a la Revolución Cubana no le ha temblado el pulso
para señalar a los forajidos que la amenazan dentro y fuera de ella, no ha sido
nunca dócil con la corrupción, se sacrifica y resiste a los embates que recibe
a diario, y actúa de manera digna y soberana, con plena conciencia
revolucionaria. Precisamente, la plena coherencia entre su praxis y discurso,
evita las contradicciones que puedan terminar amenazando su fortaleza y
solidez, y le han hecho ganar el respeto de todo el mundo, propios y extraños.
La Revolución Cubana jamás se ha desconectado de su pueblo, pues ella es
fiel reflejo de sus demandas y porvenir.
Hoy, cuando los procesos emancipadores de América Latina están siendo
amenazados por la ofensiva hegemónica del imperialismo norteamericano y sus
aliados transnacionales, el ejemplo de Cuba cobra nuevamente relevancia
histórica. Cuando los regímenes autoritarios, apoyados por el mismo poder
imperial, oprimían a sus pueblos con hambre
y violencia, Cuba era el ejemplo a seguir.
Es hora de volver la mirada sobre la isla que nos enseñó el camino.
Cuba es el faro.
agd1967@gmail.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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