Desde Panamá
Fecha: 11/Julio/2016
Los Papeles De Panamá,
Una Reacción Exagerada
Por Ricardo Daher
Si bien es cierto que es la mayor filtración de documentos en muchos
años, y que sugiere corrupción y lavado de dinero, la reacción sobre las
consecuencias publicación de cuentas
“fantasmas” en Panamá, está siendo exagerada.
La fuga de divisas y el ocultamiento de dinero a través de cuentas y
empresas fantasmas, es un producto normal del sistema capitalista, y ni
siquiera es nuevo.
Lo más probable es que no termine más que provocar alguna renuncia de un
político por pérdida de imagen, y es muy difícil que alguien vaya a ser
procesado por ocultar dinero, quizás en algún país alguien tenga que pagar algo
más de impuestos, y ahí terminará todo.
Esta fue la segunda investigación realizada por periodistas y medios de
comunicación en todo el mundo de la misma organización. El pasado años salieron
documentos del banco suizo HBSC que
también revelaban cuentas secretas y evasión de impuestos a las ganancias, y tampoco
provocó ninguna sanción a los involucrados. Los uruguayos recordaran que en
esos papeles había aparecido el futbolista Diego Forlán y en los que estaban
también personajes como los reyes de Jordania y Marruecos, el piloto Fernando
Alonso, entre otros.
Esta segunda filtración, que abarca muchos más documentos y muchas más
personas, pese a la loable determinación de denunciar la posible corrupción,
está siendo manipulada en cada país con una cuidadosa selección de las notas.
Las de primer impacto apuntando a dirigentes políticos involucrados
directamente o sugiriendo cierta vinculación aunque no aparezcan directamente,
en otros casos dando un margen de duda sobre la presunta ilegalidad de tener
esa empresa en un estudio jurídico de Panamá, y otras obviando la implicancia
de esas empresas en actividades clandestinas y subversivas desarrolladas por
algunos gobiernos.
Entre las decenas de artículos producidos, pasó casi desapercibido uno
publicado por la Televisión Estatal de Suecia, donde se mencionaba que empresas
vinculadas a la CIA estuvieron utilizando esa
fachada para financiar agentes o actividades en otros países.
Un empresario de origen iraní, vinculado a la CIA en el escándalo del
“Irángate” (ventas de armas a Irán para financiar a la contrarrevolución
nicaragüense en los años 80 con participación de Israel) Farhad Azima, aparece
ahora también con empresa en el estudio Mossack Fonseca de Panamá, vinculada a
la venta de armas a Libia durante el derrocamiento del entonces presidente
Muammar Kadaffi, y por supuesto, no para el gobierno.
La operación de los años 80, que incluyó hasta el tráfico de drogas de
Centroamérica a Estados Unidos en los aviones de la CIA, también utilizó
empresas y cuentas fantasmas en Panamá.
En la nota aparecen también mencionados dos ex agentes de la CIA que
utilizan el mismo estudio para recibir dinero.
Para contrarrestas estas informaciones, la nota menciona también a una
empresa que había vendido combustible al gobierno sirio durante el embargo
establecido por Estados Unidos y Europa a ese país, y acusa a sus directivos de
ser cómplices de los bombardeos de ese gobierno a la población.
En todo el mundo se hizo especial hincapié en involucrar al presidente
ruso Vladimir Putín en esa red de lavado y ocultamiento de activos, mencionando
que en el estudio jurídico algunos de sus amigos tenían participación. Por otro
lado casi pasó desapercibido el papel del presidente argentino Mauricio Macri,
o del presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, una de las
puntas de lanza para intentar derrocar a la presidenta Dilma Rousseff.
El sistema está preparado para enfrentar estas revelaciones. En muchos
países las autoridades ya advierten que no hay nada ilegal en constituir esas
empresas, y que en todo caso, en caso de que produzcan ganancias, deben
informarlas para pagar los correspondientes impuestos. Otros mencionan que
muchos documentos tienen ya algún tiempo y que la información puede no ser
actual, lo que prescribiría el plazo para exigir ciertos impuestos.
Si se va más atrás en el tiempo, estas operaciones existieron siempre
como parte del sistema. Empresarios suecos, norteamericanos, ingleses, etc.,
negociaron con la Alemania de Hitler a través de cuentas en Suiza según conocen
los historiadores.
También ahora, pasado el ruido de los titulares, el sistema seguirá
funcionando de la misma manera, quizás con otros intermediarios y otros
instrumentos, pero la optimización de la ganancia está en la esencia del
sistema, y el sistema no cambió.
ricardher@gmail.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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