Desde México
23/Marzo/2013
Nepotismo,
Represión y Opacidad
Rodrigo
Huerta Pegueros
Aún
y cuando no conocimos los guerrerenses el contenido del primer informe de
gobierno de la administración de Ángel Aguirre Rivero, el segundo informe podrá
difundirse en medio de las vacaciones de semana santa lo que le dará
posibilidad al ejecutivo de manifestar lo que durante los últimos doce meses
realizó y veremos que tan autocrítico se presenta aunque esto no es su forma de
relatar lo que le ha ocurrido.
Por
lo tanto, habrá oportunidad de hacer un recuento puntual de lo ocurrido, pero,
desde que se fracturó su gobierno con la represión que ejercieron en contra de
los normalistas de Ayotzinapa y que después de transcurrido ese tiempo su
gobierno y el Congreso estatal no han cumplido con las recomendaciones que hizo
públicas la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y lo que es peor, ha
engañado a la población en cuanto a deslindarse de los funcionarios que
salieron involucrados y otros que fueron desde un principio protegidos.
La
relatoría del gobernador Aguirre deberá ser contrastada con la realidad y lo
que se ha documentado tanto en medios de comunicación impresos como en las
redes sociales y los medios electrónicos.
Durante
su primer año de gobierno tuvo también que hacer ajustes a su gabinete al
descubrírsele el Nepotismo y como en el caso de los involucrados en la
represión contra los normalistas, los parientes y familiares mas cercanos que
según fueron despedidos, siguen en la nómina secreta de la Secretaría de
Finanzas, por lo tanto, cuando menos en estos dos casos, el gobierno estatal ha
reiterado su profundo rechazo al ejercicio de la transparencia y un dato
escandaloso es el no haber insertado en su página gubernamental el contenido
del primer informe de gobierno.
Sin
transparencia no hay gobierno democrático. Sin rendición de cuentas, mucho
menos y cuando los otros dos poderes (legislativo y judicial) son sometidos por
el ejecutivo, entonces tenemos un gobierno autócrata rayando en lo dictatorial.
Asimismo se podrá decir que durante estos dos años de gobierno, el ejecutivo ha
mantenido un real control sobre los medios de comunicación estatal y habrá sus
excepciones pero aún y estos, han hecho nulo el ejercicio de la libre expresión
y se han excusado con el pretexto de la violencia y el crimen organizado.
Luego
entonces, tendremos el primero de Abril próximo, la oportunidad de conocer el
recuento de dos años de administración estatal bajo la visión de un gobernante
que pronto dilapidó su bono democrático y que ha podido salir adelante por la
falta de una ciudadanía participativa y organizada para reclamar que el
gobernante cumpla con sus responsabilidades primarias y fundamentales y que no
abdique a ejercer el poder que le fue conferido por el mismo pueblo que ha sido
abandonado a su suerte y lo que es mas preocupante, es que el mismo gobernante
y el partido que lo postuló (PRD) hayan solicitado el auxilio de la federación
para que se hiciera cargo de la seguridad pública y para que interceda en los
conflictos sociales que le han sido imposible darles solución por su falta de
liderazgo y autoridad como es el caso del magisterio guerrerense y la aparición
de grupos de autodefensa popular.
De
no haber respondido el gobierno federal a tales peticiones, suponemos que esta
entidad tuviera hoy otro rostro y otro ambiente social, lo cual nos lleva a una
aproximada conclusión de que el gobierno del estado ha llegado temprano a su
declinación y esto no es para alegrar a nadie sino para poner los focos
amarillos, si reconocemos que los frente abiertos son muchos y variados y que
le pueden explotar de un momento a otro. La promesa de hacer de Guerrero un
estado libre de analfabetas no será cumplida.
El
tiempo se ha ido rápido y quienes trabajan en esta empresa no lo hacen en forma
coordinada y si en cambio ha provocado varios roces y divisiones por la corrupción
que se ha detectado de algunos personeros que manejan tras bambalinas los
recursos para estos propósitos.
Lo
único que se le podrá reconocer es su
atención esmerada a todo lo que huele a negocio y a proyectos que le dejen
dividendos en donde ha desplegado a sus mejores negociadores a fin de llenar
cuanto antes las alforjas por lo que pudiese ocurrir a corto o mediano plazo.
Esta es otra historia con negras páginas y actores visibles que saldrán a flote
en el recuento de los dos años de gobierno en blanco y negro del gobernador
Ángel Heladio Aguirre Rivero.
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