Desde Uruguay
11/Octubre/2013
EEUU y su red de espionaje en el mundo
entero
Niko Schvarz
Rafael
Correa ha tenido el mérito, entre otros, de acuñar algunas definiciones muy
precisas y acertadas sobre la actual realidad internacional y sobre el papel de
América Latina. Así, el presidente de Ecuador ha dejado estampado el concepto
de que hoy día América Latina vive ya no una época de cambios sino un cambio de
época. Asimismo, se refirió a los actuales episodios de espionaje desplegados
por Estados Unidos a lo extenso del mundo afirmando que “EEUU realiza el mayor
espionaje masivo de la historia de la humanidad”. Directo y categórico.
Dicha
categorización está basada en las revelaciones expuestas por Edward Snowden, el
ex funcionario de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, que
actualmente ha logrado un asilo temporal en Moscú desde donde continúa su labor
de denuncia, burlando el propósito del gobierno de Washington de lograr su
extradición con el fin de acallar su voz y condenarlo a penas extremas. Las
revelaciones de Snowden demuestran que Estados Unidos practica un sistema de
espionaje masivo de las comunicaciones por todos los medios habidos y por
haber, en todas partes del mundo, sin excepción, incluidos sus aliados más próximos
y, en grado superlativo, en el propio territorio de Estados Unidos y a los
ciudadanos estadounidenses en cualquier parte del mundo.
Como
se sabe, la actuación de Snowden se vinculó estrechamente con la conducta
inaudita de cuatro gobiernos europeos que impidieron el sobrevuelo de su
territorio por parte del avión que conducía al presidente Evo Morales de
regreso de Moscú a La Paz, con grave riesgo de muerte del mandatario boliviano
y sus acompañantes. El pretexto
esgrimido es que Edward Snowden podría hallarse en el avión presidencial, e
incluso el embajador de España en Viena, donde finalmente pudo aterrizar el
aparato, pretendió subir a bordo para
inspeccionarlo. Desde este ángulo, el tema fue abordado ampliamente en el
reciente XIX Encuentro del Foro de Sâo Paulo, efectuado a comienzos de este mes
en la ciudad bandeirante y que fue clausurado con una notable intervención del
presidente Evo Morales, precisamente. Al respecto se aprobó la primera
resolución especial del Encuentro, en los siguientes términos:
“El
Foro de Sâo Paulo acuerda: 1. Condenar enfáticamente el ataque a la soberanía
de nuestros pueblos, al impedir el libre tránsito por los cielos de Europa del
avión oficial que transportaba al presidente boliviano, el compañero Evo
Morales. 2. Considerar esta decisión de las autoridades de algunos países
europeos como una afrenta inadmisible a la dignidad del mandatario de dicha
nación, compañero Evo Morales, primer presidente indígena. Con ello ha ofendido
a toda Nuestra América. 3. Denuncia que este episodio demuestra el pensamiento
colonial aún prevaleciente en ciertas elites políticas del viejo continente,
como si no hubieran transitado ya 200 años de independencia de nuestra región.
4. Ese pensamiento colonial se muestra a su vez en la subordinación que una vez
más mostraron a las exigencias del gobierno norteamericano, quien es el
verdadero responsable de esta repudiable acción. En un acto de lacayismo, se
someten a quien los humilla con una extensa red de vigilancia y espionaje sobre
sus instituciones y pueblos. 5. Cuestionamos el doble rasero moral del imperio
y sus subalternos en el viejo continente cuando permitieron y apoyaron los
vuelos secretos de la CIA o exigen ‘garantías jurídicas’ a sus inversiones en
la región y en paralelo ahora cometieron una flagrante violación de la
Convención de Viena y otras normas del derecho internacional”.
La
resolución agrega: “6. Este hecho demuestra una vez más, si aún fuera
necesario, la urgencia de avanzar en un proceso unitario e integracionista de
Nuestra América que nos permita enfrentar estos agravios, dirigidos a someter
nuestra soberanías y doblegar la decisión de hacer progresar a nuestros países.
7. Acuerda apoyar íntegramente el pronunciamiento de la UNASUR realizado el
pasado 4 de julio del presente año”.
El
último punto alude al hecho de que la UNASUR se reunió en Cochabamba apenas
regresó Evo Morales a su país y acordó expresar en forma unánime (cabe subrayar
que no hubo ninguna excepción) su plena solidaridad con el presidente
boliviano, condenar la actitud genuflexa de los cuatro países europeos
involucrados (España, Francia, Italia y Portugal) y señalar su firme decisión
de ofrecer asilo a Edward Snowden, considerando que ha brindado un gran
servicio a la humanidad. En esos días un catedrático de Sociología de la
Universidad de Umea, en Suecia, lo propuso para Premio Nobel de la Paz en 2014.
Las
decisiones de UNASUR fueron acompañadas de resoluciones análogas por parte de
la Cumbre del Mercosur ampliado en Montevideo y de la OEA reunida en
Washington. Tras una reunión sumamente prolongada, ésta votó una resolución que
colocó a todos los países latinoamericanos y caribeños de un lado, y a Estados
Unidos y Canadá del lado opuesto y negándose a acompañar la resolución
adoptada, que establece: 1) solidaridad con el presidente Evo Morales;
2)condena a las actuaciones violatorias de las normas internacionales y de los
DDHH; 3) reclama que los países europeos involucrados en las violaciones de
estas normas brinden explicaciones y disculpas; 4) solicita un diálogo
respetuoso y pacífico entre las partes; 5) ratifica la plena adhesión a los
principios antes invocados y 6) encomienda a la secretaría general de la OEA el
seguimiento de las actuaciones. En el debate
se reiteró el concepto de que América Latina es tierra de asilo (como lo
fue México durante la dictadura uruguaya).
El
tema ha seguido rodando y tuvo nuevas y amplísimas derivaciones en las semanas
siguientes. Ante la ola de indignación y las protestas suscitadas por las
denuncias de espionaje de Snowden, a la que no escapa prácticamente ningún
ciudadano, el presidente Barack Obama se vio obligado a adoptar algunas
iniciativas legislativas y judiciales con el propósito declarado de incrementar
las medidas de supervisión sobre los programas masivos de espionaje de su país.
Éstas incluyen una modificación de la Ley Patriota (Patriot Act), aprobada tras
los atentados del 11 de setiembre de 2001 y que autoriza la recolección de
datos telefónicos de los estadounidenses, y una reforma del tribunal secreto
previsto en la Ley de Vigilancia de Inteligencia exterior (FISA), que regula el
espionaje fuera de Estados Unidos, así como modificaciones en la propia Agencia
Nacional de Seguridad (NSA). Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, que ha
difundido millares de cables que muestran la sucesión de crímenes y torturas
perpetrados por las fuerzas armadas de EEUU en distintas latitudes del mundo (y
que sigue asilado en la embajada de Ecuador en Londres), ha declarado que las
medidas adoptadas in extremis por Obama significan un triunfo para Snowden, a
pesar de que el propio presidente intentó minimizar su significado y aseguró
que el plan era previo a las filtraciones de datos. Según Assange, “los hechos
son que sin las denuncias de Snowden nadie hubiera conocido los programas de
espionaje, por lo que no se hubieran producido reformas”. Agregó que “ha sido
una victoria para Snowden y sus seguidores, y el pueblo norteamericano y los
pueblos del mundo tienen una deuda de gratitud con él”.
Asimismo,
Assange criticó la hipocresía de Washington sobre el derecho de Snowden de
solicitar asilo político, y recordó que EEUU ofrece asilo a disidentes,
informantes y refugiados políticos independientemente de la oposición de otros
gobiernos. Por ejemplo, ha concedido asilo a 1.222 ciudadanos rusos y a 1.762
ciudadanos de Venezuela.
El
espionaje masivo practicado por EEUU contra instituciones gubernamentales y
ciudadanos de América Latina, y muy particularmente en Brasil, estuvo agudamente planteado en el curso de la
reciente visita del secretario de Estado John Kerry a Brasilia y sus
entrevistas con la presidenta Dilma Rousseff y el canciller Antonio Patriota.
En esos días se reveló que los brasileños son los más espiados por
Washington después de los
estadounidenses, con más de 2.300 millones de mensajes y llamadas
interceptados. El canciller Patriota reiteró el rechazo que provocaron en
Brasil las denuncias de espionaje estadounidense, señaló que esas prácticas
deben cesar y recordó que el Mercosur acordó formular una protesta ante las
Naciones Unidas, lo que fue efectivizado por los cancilleres de los países
miembros del bloque, demostrando una preocupación legítima de la región y de la
comunidad internacional ya que “esas prácticas atentan contra la soberanía,
contra los derechos individuales e incluso contra los derechos humanos”. El
secretario de Estado Kerry intentó salirse por la tangente, declaró que estas
actuaciones evitan atentados terroristas y que su país actúa dentro de la
legalidad, lo que es manifiestamente falso.
En
efecto: según reveló The Washington Post el 16 de agosto, citando documentos
proporcionados anteriormente por Snowden, la Agencia Nacional de Seguridad
(NSA) de Estados Unidos se excedió en sus atribuciones miles de veces desde que
el Congreso le otorgó en 2008 poderes más amplios para vigilar las
comunicaciones. Un informe de auditoría interna
datado de mayo 2012 menciona 2.776 incidentes que se registraron en los
12 meses previos: acceso no autorizado a comunicaciones protegidas legalmente,
recogida, almacenamiento y distribución de tales datos. Buena parte de las
infracciones consistió en vigilancia no autorizada sobre ciudadanos de EEUU u
objetivos de inteligencia extranjera en territorio estadounidense. En múltiples
casos se cometieron graves violaciones de las leyes en vigor. La nota recuerda
que Snowden reveló a principios de junio pasado la existencia de programas
secretos de vigilancia electrónica y una orden judicial que permite a la NSA el
acceso a metadatos telefónicos de Verizon, el mayor operador de telefonía móvil
en Estados Unidos.
Otro
dato de último momento: a pesar de estas graves revelaciones, la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA) de EEUU invierte millones de dólares en un nuevo
centro de inteligencia en Carolina del Norte. The News & Observer publicó
el jueves 15 de agosto que la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en
Raleigh, recibió una subvención de 60.750.000 dólares de la NSA (por lejos la
mayor de su historia) para desarrollar un laboratorio de análisis de datos del
alto secreto.
La
conclusión es inequívoca y concluyente: Estados Unidos ha montado un sistema de
espionaje por todas las vías que abarca al mundo entero, incluyendo a sus
propios ciudadanos. Y se confirma el veredicto del presidente ecuatoriano
Rafael Correa: Estados Unidos realiza el mayor espionaje masivo de la historia
de la humanidad.
nikomar@adinet.com.uy
Publicación Barómetro 22-08-13
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