Desde
México
11/Octubre/2013
La Emergencia
en Guerrero Requiere de Total Solidaridad
Rodrigo
Huerta Pegueros*
Varias
entidades del país han sido severamente dañadas por las tormentas y huracanes
que han tocado sus territorios y han colocado una vez más a nuestra nación en
emergencia dada la cantidad de destrozos que han causaron las lluvias y que a
la par han cobrado varias decenas de vidas humanas y la desaparición de otras
tantas, dado el grado de incomunicación que viven, principalmente en zonas
serranas y marginadas.
El
caso específico del estado de Guerrero, donde la tormenta tropical Manuel dañó
seriamente las vías de comunicación, destruyó decenas de casas habitación e
inundó centros comerciales, cegó la vida de cerca de un centenar de personas
mientras que otras tantas continúan en calidad de desaparecidas, resultando
miles de damnificadas quienes están a la espera del auxilio y apoyo de los
gobiernos federal, estatal y municipales con la finalidad de poder recobrar lo
más pronto posible su vida normal..
La
tragedia que vive Guerrero en estos momentos es mayúscula ya que en los últimos
tiempos no se había presentado caso semejante y como referencia última está el
caso del huracán Paulina registrado en el año de 1997 y que afectó gravemente
al municipio de Acapulco, donde la emergencia tuvo otras características pero
nada igual a lo acontecido el 14 y 15 de Septiembre próximo pasado, pues la
tormenta tropical Manuel arrasó materialmente con todo lo encontrado a su paso
en poco más de 40 municipios y en forma patética en la capital del estado,
Chilpancingo, y en el municipio de Acapulco.
Más
allá de buscar hoy culpables de esta tragedia, lo que se debe buscar son
soluciones prácticas para aliviar el dolor y la crisis que viven miles de
familias, quienes unas han perdido materialmente todo y otras han perdido a
familiares y amigos que es mucho más trágico.
Y
es que la situación es muy crítica pues las afectaciones registradas y
conocidas se complican más cuando las vías de comunicación de México hacia
Chilpancingo y Acapulco han resultado dañadas y por lo tanto dificultan el paso
no solo de personas sino también de víveres y ayuda humanitaria, la que solo ha
sido posible solventar con la ayuda y prestancia de las fuerzas armadas,
quienes abrieron un puente aéreo para llevar auxilio a los guerrerenses.
La
presencia del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ante esta
tragedia en Guerrero, es una señal inequívoca de que has sido esta entidad la
que a nivel nacional ha resultado más afectada por las lluvias de hace unos
días y por lo tanto ha puesto en marcha un plan de emergencia para restablecer
las principales vías de comunicación tanto por la vieja carretera federal
México-Acapulco como por la autopista del Sol que fue prácticamente colapsada
por la serie de derrumbes, cortes de carretera, obstrucción de túneles y caída
de puentes, sin contar las grandes rocas que hacen imposible el paso de
vehículos.
En
los últimos días los medios de comunicación, principalmente la radio y la
televisión, han sido los vehículos informativos que han dado a conocer los
hechos en forma puntual, sin desconocer las informaciones a detalle que han
proporcionado los medios de comunicación impresos, los cuales han desplegado
esfuerzos profesionales para dar puntual información sobre daños causados por
el meteoro pero también han informado sobre las acciones que han realizado en
los últimos días los gobiernos federal, estatal y municipales.
La
coordinación interinstitucional que se ha dado con motivo de estos
acontecimientos han dado ya resultados positivos, sin echar las campanas a
vuelo, se puede asegurar que la seriedad con la que se ha asumido la
contingencia que vive Guerrero ha sido gracias a las instrucciones del
presidente de la República como por la experiencia que en este tipo de eventos
tiene el gobernador Aguirre.
La
información ha fluido y los trabajos desplegados han sido reportados
puntualmente a los medios de comunicación, por lo que ahora se cuenta ya con la
forma como se resolverán las contingencias de la incomunicación entre Acapulco
y México y sobre la organización que se ha desplegado para entregar despensas a
las regiones de la entidad afectadas y las acciones que la secretaria de salud
desplegará para evitar epidemias y la forma como se han superado los casos de
desabasto de combustible, agua, alimentación y medicinas.
Los
esfuerzos del gobierno por atender la contingencia dejada por la tormenta
tropical se esperan rindan frutos a la brevedad posible y que a corto y mediano
plazo se atiendan también las vicisitudes que viven miles de familias que
quedaron sin viviendas y que requieren de la ayuda y apoyo oficial.
Desde
luego que se tendrá que organizar una especie de auditoria social para que se
verifique que los planes que han sido informados a detalle por los secretarios
del gabinete del presidente de la República y por el propio gobernador Aguirre
se cumplan y no solo queden en buenos propósitos.
Hoy
es tiempo de apoyo, solidaridad y ayuda mutua.
Habrá
tiempo para hacer evaluaciones y exigir rendición de cuentas.
Hoy
son tiempos de emergencia y por lo tanto son tiempos de entregar el esfuerzo
personal para dar atención a los miles de damnificados y en este caso no solo
hablamos del estado de Guerrero, Acapulco o Chilpancingo, sus costas, la tierra
caliente o la montaña, sino a todas las entidades del país que han sufrido los
efectos de tormentas o huracanes que les han dejado graves daños materiales y
humanos.
Periodista/Analista
Político*
porteno4964@gmail.com
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