Desde Brasil
12/Diciembre/2014
Inspiraciones Para El Magisterio
Por Bruno Peron Loureiro
El magisterio en Brasil ha sido empujado al precipicio. Encima de
cualquier diálogo existe un conflicto de mentalidades que pocas veces saben
bien como valorizar los profesores. En medio de tanta angustia pedagógica,
desarrollo este texto con la intención de sintetizar la preocupación
generalizada sobre las vías de educación por las cuales nuestro país transita,
cabalga, se arrastra.
Los hechos más conmovedores para el profesorado son que existe una
desvalorización de la clase y la función de los profesores en Brasil. No habría
señalizaciones más escabrosas que éstas en un país como el nuestro que depende
de las mejoras en la educación para soltar la cuerda del cuello de su gente
explotada.
Vemos sin embargo que los profesores trabajan desmotivados con sus bajos
salarios que remuneran por el tiempo en las aulas, pero no por la preparación
para las mismas o por otros períodos de dedicación al magisterio, los medidores
gubernamentales de inclusión social dan aprobaciones automáticas, aunque muchos
estudiantes tengan un muy mal desempeño, y las escuelas públicas se transforman
en lugares de robo, vandalismo, tráfico y amenaza a los profesores.
La verticalidad de la relación entre los profesores y sus estudiantes se
transforma en una horizontalidad desorientada, en la que éstos últimos dictan
las reglas. Como si no bastase, las tecnologías de comunicación (telefonía,
informática, etc.) a menudo desvían la atención de los estudiantes de contenido
de la lectura hacia mensajes instantáneos de Facebook y WhatsApp.
Dejo claro que mi crítica no desmerece la importancia de las tecnologías
de la comunicación para la pluralidad de las ideas, mentalidades y opiniones
que trascienden las aulas de clase. Lo que más llama la atención en este
progreso tecnológico es el cambio de los agentes educadores y del papel de los
profesores en la ardua tarea de ciudadanizar a los niños y jóvenes de Brasil.
Así, hay los que defienden la enseñanza bilingüe en escuelas infantiles, y
los que dependen de proyectores de imágenes y otros recursos tecnológicos.
Por cierto, las tecnologías de comunicación reinventan métodos pedagógicos
y modernizan la relación que mencioné entre los profesores y sus estudiantes.
Con todo, no podemos ignorar que las tecnologías son medios a través de los
cuales se cruzan voces diversas que frecuentemente entran en conflicto. La
preocupación mayor en este punto es entender lo que los profesores han hecho
además de pedir que se apaguen los aparatos celulares de sus estudiantes
durante en las aulas.
Por lo tanto, el desafío de los profesores es convocar el interés de sus
estudiantes en el contenido didáctico en el salón de clases en la misma medida
que las tecnologías fascinan y seducen. Por eso, las escuelas y universidades
proponen métodos pedagógicos alternativos, como la enseñanza a distancia y los
programas de intercambio que terminan en la doble titulación.
Sin embargo, al contrario de lo que podría imaginarse, estos desafíos no
menosprecian al profesorado, pero nos animan a rever sus posturas y sus
métodos. Los profesores nunca fueron tan importantes como lo son en este
momento en que niños y jóvenes tienen que crecer con referencias educativas y
ciudadanas para la transformación sociocultural del Brasil que tanto queremos.
Los profesores son protagonistas de cualquier espacio geográfico donde se
culturiza una nación. Luego, toda transformación prometedora y benéfica
valoriza al profesorado, tanto en el ámbito privado como en el ámbito público.
Esa mentalidad debe conmover en todos los rincones brasileros, en pro de los
niños y los jóvenes que desean un futuro de inclusión y realización.
Por eso, vamos a cobrar menos y hacer más
Brasil guarda esperanzas transformadoras.
Publicación Barómetro 06-11-14
Los contenidos de los análisis publicados por
Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores.
internacional.barometro@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario