Desde EUA
Fecha: 28/Jun/2015
Fecha: 28/Jun/2015
Syriza Cede Ante Banqueros De Euro
Fred Goldstein
24 de febrero - El gobierno izquierdista
Syriza en Grecia ha aceptado una retirada negociada de sus promesas electorales
después de un cara a cara con los banqueros europeos, liderados por el capital
financiero alemán. Esto pone fin a esta última fase de la lucha del pueblo
griego contra la austeridad. Pero esta lucha, si bien puede ser una pausa, no
debe permitirse que muera.
Lo que ha terminado es la idea de salir de
la esclavitud de la deuda que les ata a los rapaces banqueros de Europa a
través de las negociaciones, sin totalmente romper con la eurozona. La fase de
conciliación - de tratar de aplacar a los poderes financieros en Berlín, París,
Roma, Madrid y Ámsterdam a través de negociaciones y apelaciones a la razón a
fin de obtener su consentimiento para levantar las cadenas de la esclavitud de
la deuda impuesta a las masas griegas - ha demostrado ser ilusoria. Aunque las
negociaciones puedan prolongarse durante un tiempo, esta estrategia no podrá
tomarse más en serio por la población griega.
Después de dos semanas de negociación con
18 gobiernos y ministros de finanzas hostiles, el gobierno recién electo
encabezado por Alexis Tsipras revirtió sus posiciones fundamentales. Había
prometido romper con el régimen de austeridad impuesto a Grecia por la Troika -
el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Regímenes anteriores
aceptaron estas condiciones onerosas a cambio de préstamos de rescate.
Al salir el dinero de los bancos griegos a
una velocidad de €2 mil millones por semana y el BCE suspender todo el crédito,
el nuevo gobierno se estaba quedando rápidamente sin dinero. Los banqueros
alemanes exprimían tan fuerte a Syriza, que enfrentaba un colapso financiero o
una humillación política - si aceptaba permanecer en la eurozona.
En el convenio, cautelosa y
condicionalmente acordado ahora por los ministros de finanzas europeos, el
gobierno Syriza se ha comprometido a vivir dentro de los lineamientos básicos
de austeridad establecidos por y bajo la supervisión de la Troika, que cambió
de nombre a "instituciones" en una medida para guardar las
apariencias. El FMI y el BCE ya han expresado su preocupación sobre el acuerdo.
El gobierno griego ahora será elegible
para un préstamo de €7 mil millones que iba a ser pagado el 28 de febrero. Pero
el BCE y la CE han dicho que no se pagará hasta que se implementen las
concesiones señaladas por Syriza. Al escribir estas líneas, no se ha especificado
cómo el gobierno va a evitar un incumplimiento inminente, pero se supone que
esto se ha resuelto.
Syriza
dada cierta latitud
Syriza conservó cierta flexibilidad para
permitir que el gobierno griego de forma a los términos de su programa de austeridad,
con sujeción en todo momento a la verificación y aprobación de las
"instituciones". Syriza enfatizó en el acuerdo que buscaría impuestos
sin pagar por los ricos, enfrentaría el fraude corporativo y tomaría otras
medidas para aumentar los ingresos que no tuvieran un impacto negativo en las
masas.
Hay tanta corrupción en la sociedad
capitalista que Syriza puede ser capaz de exprimir miles de millones de la
clase dominante y la burocracia griega con el fin de entregar una buena
cantidad de dinero a los banqueros europeos.
Syriza ha escrito en el acuerdo el derecho
al aumento del gasto público y la distribución de ayuda a las/os pobres a
través de (lentamente) aumentar el salario mínimo, las pensiones, prestar
atención sanitaria y otras medidas posibles para aliviar de inmediato la crisis
económica en sectores de la población. Pero todo esto debe ser aprobado por la
Troika.
Así que todas las promesas originales de
Syriza - no trabajar con la Troika, exigir una reducción de la deuda, rechazar
el rescate y revertir las medidas de austeridad impuestas al pueblo griego -
han sido abandonadas en cara de la extrema extorsión financiera de los
banqueros europeos.
Aunque no hay justificación para esta
retractación, hay que señalar que se hizo bajo coacción extrema. Syriza estaba
en el poder por sólo un mes y no tenía tiempo para tener un control sobre el
gobierno o sus finanzas, ni hablar de prepararse para la agresión económica después
de una ruptura de negociaciones. La mayor parte del mes se consumió en
discusiones con banqueros. Así que Syriza no estaba preparado para defenderse
del estrangulamiento económico amenazado por Berlín.
Gran
cambio hacia Syriza siguió las elecciones
Este acuerdo con las
"instituciones" es inestable. Podría ser alterado por una rebelión
entre las masas griegas o por una intervención aún más dura de los banqueros, o
por ambas. Pero por el momento hay una pausa temporal en la lucha. Y es
necesario evaluar lo sucedido para seguir adelante. Hay muchos aspectos de la
lucha para examinar.
En primer lugar, ¿qué significó la
victoria de Syriza? y más importante, ¿qué significó el aumento de la
popularidad de Syriza después de hacer promesas audaces de desafiar y hacer
retroceder la austeridad, lo que catapultó a Syriza hace un mes con el 36 por
ciento de los votos?
¡Después que ganó y continuó haciendo
declaraciones, su popularidad subió al 75 y 80 por ciento! Las personas que se
cambiaron a Syriza después de la votación eran principalmente seguidores del
Nuevo Partido Democrático de centro-derecha. Así que un amplio sector de las
masas, a pesar de su identificación con los grandes partidos capitalistas,
apoyaron la lucha de Syriza contra la austeridad, una vez vieron que no eran
sólo promesas, sino medidas concretas que se estaban programando.
Las/os marxistas deben saber que este
enorme y repentino cambio en la orientación política de la población indicó que
las masas griegas estaban llegando al punto en que no podían seguir por el
viejo camino y estaban dispuestas a cambiar su lealtad a un partido que
pensaban podría aliviar su sufrimiento. El hecho de que el pueblo se equivocara
sobre Syriza no debe hacer que otras fuerzas de izquierda ignoren esta dramática
señal. Al contrario, deberían aprovecharla.
Entre las lecciones de la lucha es que la
victoria parlamentaria por sí sola no puede sostenerse sin la lucha de masas en
las calles, y que será necesario intensificar la lucha de clases para hacer
retroceder la austeridad.
El contexto para el cambio político hacia
Syriza es el hecho de que Grecia está viviendo ahora el equivalente a la Gran
Depresión. La producción ha caído un 25 por ciento en cinco años. El desempleo
oficial es 25 por ciento; el desempleo juvenil oficial es más del 50 por
ciento.
Casi la mitad de la población vive en o
debajo de la línea de pobreza. La gente ha estado en busca de alimento y leña
en los bosques, buscando en vertederos de basura y comiendo en comedores
sociales. Están viviendo sin cuidado de salud, servicios sociales,
electricidad, transporte y así sucesivamente. En estas condiciones, la campaña
de Syriza contra la austeridad provocó una masiva oleada hacia delante.
Respiro
para prepararse a luchar
Ahora mismo hay un "espacio para
respirar" de cuatro meses antes de la próxima batalla sobre austeridad con los banqueros europeos. Es
cuando el actual contrato de préstamo se agota. Ese espacio se debe utilizar
para prepararse para la siguiente fase de lucha - si la lucha no comienza
antes.
Los banqueros alemanes y otros europeos no
tienen ninguna intención de dejar que Syriza de al pueblo griego ningún alivio
fundamental en las condiciones generales de austeridad. Estos banqueros tratan
de exprimir cada euro posible de las masas griegas. Las condiciones de penuria
continuarán y el descontento de la población se profundizará.
No
basta con simplemente denunciar Syriza
El denunciar a Syriza y mantenerse al
margen diciendo que la lucha está perdida sería negligente. En este sentido, es
importante analizar las posiciones adoptadas, sobre todo por las organizaciones
marxistas que han denunciado a Syriza por no luchar por el socialismo y confinar
la lucha en el capitalismo.
Eso equivale a una racionalización para no
dar a esta lucha un apoyo revolucionario crítico porque está siendo liderada
por Syriza. La lucha entre el capitalismo y el socialismo nunca ha sido el eje
de esta lucha. El foco central de la
lucha es contra la austeridad impuesta por la Troika.
Es ridículo que izquierdistas acusen a
Syriza de no luchar por el socialismo y que lo usen como pretexto para alejarse
de la lucha. El liderazgo de Tsipras
nunca iba a luchar por el socialismo. Su
liderazgo es eurocomunista originalmente.
El eurocomunismo, que dio la espalda al campo socialista y la URSS,
abandonó la lucha de clases como forma de lucha. Toda/o izquierdista marxista podía anticipar
que el liderazgo de Syriza iba a permanecer dentro de los límites del
capitalismo.
La cuestión, en cuánto a las masas y
objetivamente se refiere, era cómo hacer retroceder a los banqueros y aliviar
las horrendas condiciones de esclavitud de la deuda impuesta al pueblo
griego. Esto debería haber sido una
señal para las/os marxistas a integrarse completamente en la lucha, para exigir
la salida de la eurozona, mientras paciente y persistentemente explicaran a las
masas que el camino correcto es salir de la empuñadura del capital financiero
europeo y luchar contra el capitalismo como el único camino para poner fin a la
austeridad.
Cualquier partido que trajera ese mensaje
a la lucha hubiera sido verdaderamente reivindicado por el actual giro de
acontecimientos y hubiera podido aumentar su influencia y la influencia del
pensamiento revolucionario en la Grecia de hoy.
Hacer eso hubiera sido seguir la táctica leninista de dar apoyo crítico
revolucionario a una lucha iniciada por los opositores políticos, no importa
cuán reprensibles sean, mientras se mantiene un programa revolucionario
independiente.
Si las masas están siguiendo con afán a
los socialdemócratas por falta de conocimiento, entonces las/os revolucionarios
tienen que encontrar una manera de obtener una audiencia y traer ese
conocimiento. Para eso, las/os marxistas
deben estar en la lucha contra la austeridad al lado de las masas. Esa es la forma de vincular la lucha contra
la austeridad con la lucha contra el capitalismo y por el socialismo.
Al alejarse de las masas, la izquierda
permite que el liderazgo de Syriza tenga el monopolio de la línea
política. Así se entrega la lucha
política a la socialdemocracia. Pero el
objetivo es ganar a las masas y distanciarlas de los socialdemócratas.
Mientras las/os marxistas traen su
programa completo para la lucha contra la austeridad es erróneo condicionar que
las/os reformistas hagan la misma asociación.
Es precisamente porque son reformistas que no hacen esos vínculos.
Cuando un agravio inmediato como la
austeridad, se enfrenta a las masas, y los opositores están liderando la lucha
contra la austeridad, es erróneo que las/os socialistas exijan que esos
opositores luchen por el socialismo como condición para entrar en un bloque con
ellos contra el agravio inmediato. Eso
desacredita el socialismo.
Martillos
y hoces necesarios en las calles
Esperemos que en la próxima fase de la
lucha, los banqueros euro vean una escalada de la lucha de masas, con martillos
y hoces en las calles entre las masas populares en una lucha continua para
hacer retroceder la austeridad. La
amenaza de una lucha anticapitalista podría convertirse en un factor que hace a
los banqueros vacilar en su campaña de agresión económica.
Si es posible aglutinar a las masas para
forzar una ruptura con la eurozona, el gobierno tendrá que estar preparado para
tomar medidas fuertes como la nacionalización de los bancos y las grandes
empresas y establecer controles para mantener el flujo de salarios, mantener
los precios bajos y evitar el acaparamiento.
Habrá que pensar en las relaciones comerciales internacionales y todas
las demás medidas que tendrán que adoptarse si Grecia rompe con la eurozona en
la próxima ronda de lucha.
Esto se puede poner en marcha en el marco
del capitalismo pero puede ser un puente hacia la revolución socialista.
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