Barómetro Internacional
Desde Argentina
11/Diciembre/2015
Argentina De Nuevo Traicionada
Pero Nunca Derrotada
Por Ilka Oliva Corado
A estas horas de la oscurana escribo estas letras con el dolor profundo
que me hermana con el pueblo argentino, mi pueblo. Hablo del pueblo raso, del
pueblo real, de donde viene mi raíz. Hablo de esa sangre milenaria
latinoamericana que siempre ha sido oprimida y vendida al mejor postor. De
aquella que dicen unos genocidas hampones, que conquistaron y la hicieron
civilizada. Hablo de ese dolor amargo de sentirnos traicionados, de reabrir la
herida que comenzaba a sanar.
Estas palabras muchos quisieran que fueran sepultureras y afirmar que sí,
que nos dimos por vencidos, que Latinoamérica murió, que no hay por dónde
lucharla, por dónde rescatarla, que de nuestra Patria Grande ya no queda nada,
que soñarla libre de ingratos es cosa de melancólicos fracasados. Que hablar de mártires pasó de moda y son
patadas de ahogados. Que recordar masacrados es de mal gusto, que el futuro es
hacia adelante no hacia atrás. Que el pasado hay que olvidarlo, Que los
torturados merecidos se lo tenían. Que los desaparecidos es porque en algo
andaban. Que las Abuelas de la Plaza de Mayo son una blasfemia. Que la única
que cuenta es la historia oficial, (escrita por asesinos).
¿Qué es la democracia en manos de desleales? ¿Qué es del pétalo de una
flor en manos de un genocida, de un traidor, de un dictador? Argentina que es
uno de los bastiones de Suramérica hoy vuelve a llorar la puñalada de los pérfidos.
Pudiera escribir aquí un rosario de lamentos y despotricar. Lanzar dardos
envenenados y devolver el odio a los que deshonraron su patria. Su entraña. A
los que escupieron el rostro de esta Latinoamérica hermosa.
Pero este texto es solo para reafirmar que seguimos de pie, que ésta no es
la primera puñalada ni será la última. Que a la infamia estamos acostumbrados.
Que si unos le apostaron al retroceso, nosotros: el pueblo real, luchamos por
la reconstrucción. Que la mediatización no nos consumió, que tenemos Memoria
Histórica y que hoy más que nunca nuestra sangre hierve honrada de su raíz. Y
que la militancia continúa; cansada y golpeada pero certera desde la sangre de
nuestros abuelos, y bravía y lozana en la sangre de la juventud de los arrabales,
de los pueblos y de las aldeas. Desde la Cámpora, desde las periferias.
Porque nosotros no conocemos la traición, porque nuestro amor es tan
inmenso que florece en el desierto. A nosotros nos obligaron a poner los
muertos, los torturados, las violadas, los desaparecidos por la lucha de un
sueño de libertad. A nosotros intentaron silenciarnos, minimizarnos. Intentaron
doblegarnos a fuerza de metrallas. Y aquí estamos, no pudieron. Y seguimos
luchando por ese sueño de libertad y no podrán pulverizarnos aunque nos lluevan
balas, porque nada ni nadie puede contra el amor de un pueblo honrado.
Lloro, también lloro el dolor, la misma cólera que sienten en este momento
miles de argentinos, miles de latinoamericanos en éste nuestro continente
mancillado. Lloro de tristeza de saber que el ser humano aún no ha aprendido la
lección. Que nunca la aprenderá probablemente. Que no sabe que la patria no se
vende. Que la patria se defiende con la vida. Que la vida no sirve de nada sin
dignidad. Que ningún rascacielos puede con la belleza de las serranía.
Lloro por esta Patria Grande de nuevo subastada, de nuevo vulnerada, una
vez más mancillada. Una de tantas, no será la última estocada. Curtida
está.
Que sepan los pérfidos que aquí en este continente americano, en esta raíz
milenaria hay Memoria Histórica, hay decencia, hay valor, hay palabra, hay
acción. Que sepan en este continente americano de las hermanas Mirabal, de las
Adelitas, de Ayotzinpa, de Pancho Villa, de Sandino, de Árbenz, de Mujica, de
Lula, de Dilma, de Juana Azurduy, de San Martín. De Bolívar, de Cristina, de
Néstor, de Correa. De Evo, de Óscar López, de Fidel, de Chávez.
De Mercedes Sosa, de Violeta Parra, de Salvador Allende, de Evita. De
Juana la Avanzadora. Que sepan que aquí
no se rinde nadie, que aquí seguimos luchando contra la avaricia de los
desertores.
Que aquí seguimos con la frente en alto, hombro a hombro, con la palabra
clara y el pulso entero. Somos la resistencia y de aquí no nos saca nadie.
Somos la resistencia de nuestros ancestros, la de nuestros abuelos, de nuestros
padres, de nuestros hijos. Somos la resistencia de los que ya no están, de los
que están y de los que vienen. Reivindico los logros de la era Kirchnerista y
sigo siendo hoy más que nunca fiel Cristinista.
¡De aquí no nos vamos! ¡De aquí no nos saca nadie!
¡Viva la Patria Grande! ¡Viva nuestra Latinoamérica! Traicionados como
siempre, ¡vencidos jamás! ¡Aquí no se rinde nadie!
@ilkaolivacorado
contacto@cronicasdeunainquilina.com
Publicación Barómetro 03-12-15
internacional.barometro@gmail.com
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