Desde Argentina
Fecha:
05/Marzo/2016
Los Saudíes Empujando La Guerra Mundial
Por
Facundo Escobar, PIA*
En un suceso sin
precedentes, violando toda normativa internacional, el gobierno de Arabia Saudí
ejecutó a 47 opositores políticos shiitas acusándolos de terroristas, entre
ellos, el prestigioso clérigo y referente político de la comunidad shiita en la
región, el Ayatolá Nimr al Nimr.
Luego de la
ejecución ocurrida el pasado sábado 2 de enero, manifestantes en Irán
produjeron un pequeño incendio en la Embajada de Arabia Saudí, exacerbado por
la prensa occidental, suceso que sirvió de excusa a Riad para romper relaciones
diplomáticas con Teherán, aglutinando el apoyo de sus aliados en la región, las
dictaduras minoritarias de Bahréin, Sudán y Emiratos Árabes Unidos, encaramadas
en el poder sustentados en la represión sobre los shiitas.
La coyuntura
expone, nuevamente, la política de desestabilización que adoptó el gobierno de
Arabia Saudí para la región (y su sectarismo), desde que el régimen de Al Saud quedó
aislado de la comunidad internacional por su velado apoyo a los grupos
terroristas takfiries, así como las maniobras de sabotaje de los halcones
pentagonales y la ultraderecha que controla el Estado de Israel, quienes buscan
romper el nuevo y frágil equilibrio alcanzado en Oriente Medio con el balance
militar en Siria dado por la intervención de la alianza entre Hezbollah (que
pasa a ser un actor de relevancia indiscutida en la región) Irán y Rusia que
evitó el aniquilamiento de Siria, y la la firma del acuerdo del G5+1, que
resultó en una República Islámica de Irán con mayor poder.
Esta nueva
provocación de la familia Saúd, que convirtió a su país dominado por una
dictadura minoritaria en el mayor comprador de armas del mundo durante 2014,
evidencia que su integridad política sólo se sostiene en base a los conflictos
continuos, y que busca resolver sus problemas internos con la escalada de
tensiones externas. Así lo han demostrado poco después de la muerte del Rey
Abdulá en enero de 2015 con la invasión a Yemen que todavía continúa.
Construir al sheij Nimr como terrorista
El sheij Nimr se
había convertido en una importante referencia política para la minoría shiita
de toda la región, especialmente luego de sus discursos y participación en el
movimiento de protestas pacíficas pro democráticas de 2011 y 2012 en la
Provincia del Este en Arabia Saudí. Poco después fue detenido luego de dar un
discurso donde sostuvo que se debía resistir la violencia del régimen saudí con
la palabra, que era necesario lograr la igualdad y la justicia para la minoría
musulmana shiíta de Arabia Saudí, la igualdad de derechos para todos los
ciudadanos, la necesidad de elecciones libres y el reconocimiento del shiísmo
como una de las escuelas de pensamiento islámicas.
Desde entonces, el
régimen Saudí, con convicción y complicidad de gran parte de la prensa
internacional y potencias occidentales, se ha dedicado a propagar una serie de
percepciones falaces destinadas a degradar el historial del sheij Nimr como
figura de la oposición en ese país, construyendo una imagen de terrorista en
torno a su persona, vinculándolo con otros prisioneros ejecutados, acusados de
haber perpetrado o incitado los ataques terroristas en el reino por parte de Al
Qaeda entre 2003 y 2006.
El sheij Nimr no
tenía conexiones con células terroristas y nunca participó en actividades
violentas dirigidas contra el gobierno de Arabia Saudí o civiles saudíes. Fue
ejecutado por colaborar en la organización de un movimiento pacífico de
oposición a la familia de los Al Saúd, con llamamientos en favor de reformas y
la libertad de expresión, en defensa de derechos de su pueblo y los de la
región; por haber denunciado la opulencia de una familia que saquea los
recursos de su propio pueblo, en un país dominado por una monarquía absoluta,
que teme a las protestas y cuenta con la protección política de potencias
occidentales.
El sistema legal de
Arabia Saudí descansa en la autocracia de la familia real Saúd. No hay
Constitución del Estado. Sólo su autoridad y decisión es lo que vale. En ese
marco, toda oposición política será condenada como violenta, ilegal y hasta
terrorista. En ese marco es que el sheij Nimr es capturado, para luego ser
juzgado y condenado en el llamado Juzgado Penal Especializado, un tribunal de
seguridad nacional encargado de perseguir los delitos relacionados con el
terrorismo que desde su creación en 2008, que ha sido utilizado como
instrumento para perseguir a numerosos activistas.
Atacar a los chiitas
La ejecución del
importante clérigo shiita se produce en una coyuntura donde la persecución a
integrantes de esa vertiente del Islam en los países donde son minoría ha
recrudecido. Nigeria es un caso testigo. El domingo pasado soldados del
ejército de ese país irrumpieron en la residencia del clérigo shiíta nigeriano
Ibrahim Zakzaky en la ciudad norteña de Zaria, lo detuvieron, asesinando a un
número de sus seguidores, entre ellos sus hijos y su esposa. El rey saudí,
Salman bin Abdulaziz Al Saud, en una conversación telefónica mantenida un día
antes con el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, había condenado de manera
implícita a los shiítas por realizar, según él, acciones terroristas contra el
Gobierno. Pocos días atrás, el 23 de diciembre de 2015, la organización Human
Rights Watch (HRW) denunció la matanza de unas 300 shiitas pertenecientes al Movimiento Islámico de
Nigeria (IMN, por sus siglas en inglés) y enterradas en tumbas colectivas,
luego de atacar la mezquita Hussainniya Baqiyyatullah, en el barrio de
Gyellesu. Pocos días después, el 27 de diciembre, un atentado terrorista se
cobró la vida de otros 21 shiitas durante una procesión en la ciudad norteña de
Kana, asumido por la organización Boko Haram. Organizaciones terroristas y el
gobierno de Nigeria parecen compartir objetivos.
Declaraciones de Naciones Unidas
El secretario
general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ban Ki Moon en un
comunicado expresó su profunda consternación por la reciente ejecución de 47
personas en Arabia Saudí, señalando que fueron condenados en "juicios que
levantan serias preocupaciones sobre la naturaleza de los cargos y la
imparcialidad de sus procesos". Tanto Ban como el alto comisionado para
los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, reiteraron su desacuerdo con la
pena capital y recordaron que ya habían alertado a Riad sobre el caso de Nimr,
acusado de liderar protestas antigubernamentales en la Provincia del Este. Ban,
que ha reiterado su postura en contra de la pena de muerte, ha pedido a las
autoridades saudíes que escuchen el "creciente movimiento en la comunidad
internacional hacia la abolición de la pena capital" y conmuten todas las
sentencias a muerte impuestas, según indican en un comunicado difundido este
mismo sábado.
Arabia Saudí, escalamiento del conflicto y tensión
regional
Luego de que la
muerte del clérigo shiita fuera confirmada, en Teherán, un grupo de
manifestantes atacó la sede diplomática de Arabia Saudí ocasionando un leve
incendio en la puerta de ingreso. Los manifestantes fueron rápidamente
dispersados por las fuerzas de seguridad iraníes, arrestando a 40
manifestantes, indicó el Fiscal General Público Abbas Jafari Dolatabadi. El
vocero del Departamento de Incendios de Teherán Jalal Maleki declaró que el
fuego de pequeñas dimensiones fue extinguido rápidamente y no hubo heridos. En
declaraciones públicas el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Irán, Hossein Jaber Ansari, indicó que el gobierno de Teherán actuó cumpliendo
con todas sus responsabilidades, controló a los manifestantes, y que están
comprometidos a garantizar la seguridad de toas las sedes diplomáticas en el
país.
Inmediatamente,
Riad rompió relaciones diplomáticas con Irán. El Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas llamó a ambos gobiernos a evitar acciones que puedan exacerbar
las tensiones en la región luego de la ejecución del clérigo shiita en Arabia
Saudí. En una declaración, los 15 integrantes del Consejo de Seguridad llamaron
a ambas partes a “mantener el diálogo y tomar las medidas necesarias para
reducir las tensiones en la región”. Sin embargo, el Consejo no hizo mención a
la ejecución del Nimr.
La ejecución del
Sheij Nimr significa claramente que toda persona que se oponga al régimen
monárquico, que organice la crítica y se manifieste políticamente será
encarcelada e incluso ejecutada, sin negociación, solo con enfrentamiento
violento. Pero también lleva un mensaje implícito hacia toda comunidad
internacional, incluidos sus aliados, dejando en claro que no se preocuparán
por la opinión pública internacional ni la opinión del mundo islámico, como ha
quedado también expuesto luego de 10 meses de ataques y crímenes por parte del
régimen saudí sobre Yemen, violando todas las convenciones internacionales y
los principios humanos, ocasionados por los bombardeos a infraestructuras,
hospitales, escuelas, y poblados, para ocultar su apoyo material y moral a los
grupos terroristas takfiríes en Siria e Iraq, y otras regiones del mundo, en lo
que representa una faceta de lo que algunos describen como la nueva fisonomía
de la guerra mundial.
*Facundo Escobar es
Antropólogo y docente en Relaciones Internacionales y Comunicación (cátedra II)
de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de La
Plata, Argentina.
facundoesco@yahoo.com.ar
Publicación
Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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