Desde República De Chile
Fecha: 20/Abril/2016
En Busca De La
Economía Perdida
¿Por Qué El Mundo Y Chile No Invierte,
Incluso Con Tasas De Interés Negativas Y Política Monetaria Que Incita A
Estafas?
Por Omar Villanueva Olmedo
La Tasa de Interés (*) ha sido considerada como el precio que se paga
por la utilización de dinero durante un plazo. Eso sería en un mundo sin
inflación. En un mundo con inflación sería diferente. Si Ud. deposita la cantidad de $ 1.000 por un año y le
ofrecen pagar un 10% por ese período, al final del año le pagarán $ 1.100, pero
si en ese período, por diferentes razones hay una inflación de 10% a Ud. le
pagarán los mismos $ 1.100 y en ese caso el precio que recibirá será $ 0,
porque aunque reciba $ 100 de "aparente ganancia", sólo se habrá
recuperado el poder de compra. Y si, en el ejemplo anterior, la inflación fuera
un 20% en el año, lo que tendría la persona sería una pérdida del poder de
compra del 8,3% aproximadamente.
Esto viene ocurriendo en el país desde el 2014 porque la Tasa de
Política Monetaria (TPM) ha sido inferior al Índice de Precios al Consumidor
(IPC) y por eso los depósitos a plazos y los saldos en cuentas corrientes, en
pesos, en muchas instituciones financieras tienen menor poder de compra al final
de cada año. La historia de estas dos variables la hemos venido siguiendo, como
consultores, de empresas desde antes del año 2000.
Las razones y los modelos empleados para discernir que el valor decidido
por personas naturales para que la TPM sea inferior a la inflación tiene por
objeto facilitar la inversión, en un período de la economía nacional donde ha
ocurrido una baja de la inversión y un magro crecimiento económico de alrededor
del 2% anual. Lo singular es que la TPM se empezó a bajar al principios de 2012
hace exactamente 4 años atrás y lo que hemos visto es un resultado que no se
compadece, para nada, con los deseos esperados.
La razón dada por los decisores es similar a la que se han dado muchos
bancos centrales de diferentes países del mundo desde hace años y con
resultados a la vista todos para las personas, las empresas, los gobiernos, los
G20, y las instituciones internacionales de la economía que son: economías
nacionales que crecen muy poco, estancadas o están en recesión.
Una tasa de interés negativa permanente lo que está diciendo, entre
otras cosas, a los potenciales inversionistas es que los tiempos que se vienen
serán de baja demanda y que como autoridades sólo pueden ofrecer una tasa de
interés negativa, para tentar a los incautos para que inviertan en recursos
productivos, para que cuando vuelva el crecimiento de la economía esas
capacidades productivas adicionales, o más eficientes, cubran las demandas crecientes de los
mercados nacional y externos.
El inversionista, que no se traga tal propuesta, decide cuando más
invertir en bienes raíces o inmobiliarios o especulativos para conservar el
valor de su dinero y, así, el tan
bullado crecimiento económico esperado se posterga de año en año.
Algo ciertamente no ha funcionado hasta ahora para asegurar con qué
medidas y en qué momento la economía nacional empezará a crecer por encima de
al menos 4% (al parecer la única forma de llegar a tener una economía
desarrollada). Como tampoco conocemos los posibles escenarios para la economía
nacional y las tasas de PIB que anticipan (si es que existen esos escenarios)
nos quedan muchas dudas de que el tema del crecimiento por esta vía se resuelva
en esta década.
El propósito de esta nota como consultores independientes es dar una
opinión que ayude en el proceso de encontrar una solución y las propuestas para
lograr algo tan importante como es el crecimiento de la economía en busca del
anhelado desarrollo.
(*) Tasa de interés es el precio que se paga por la utilización del
dinero durante un período de tiempo. Paul Samuelson Nobel de Economía.
ovillanueva.comunica@gmail.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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