Desde República De Chile
Fecha: 11/Julio/2016
El Proceso
Constituyente En Chile
Por Carmen Victoria Montes
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció el año pasado el
inicio de un proceso constituyente para elaborar una nueva Constitución. La primera
etapa de ese proceso ya se cumplió y tuvo como objetivo comunicar y explicar
los objetivos y métodos para su elaboración. En la segunda etapa denominada
"participativa constituyente", la presidenta hizo un llamado a la
sociedad civil chilena a ser parte de este proceso en el cual se podrán
integrar cabildos locales, regionales y
debatir sobre los siguientes temas: valores y principios que deben inspirar y
dar sustento a la Constitución;
derechos, deberes y responsabilidades que la Constitución debe establecer
para todas las personas; instituciones
que debe contemplar la Constitución y qué características deben tener.
Para el 23 de abril de 2015,
está previsto dar inicio a la primera
fase de la llamada etapa participativa del proceso constituyente. Para esta
etapa el énfasis es la ciudadanía, todos por igual, parlamentarios, ministros,
empresarios, trabajadores, estudiantes. Luego de esta etapa de encuentros
locales se llevarán a cabo los cabildos
provinciales que se fijaron para un sólo día: el 23 de julio. Allí se debatirán
las conclusiones extraídas de los encuentros locales. El proceso deliberativo
culminará el 6 de agosto con los cabildos regionales, instancias de debate que
se harán en cada capital regional. Toda esta información se comenzará a
sintetizar en octubre, en donde se redactarán las bases ciudadanas.
En diciembre del año 2015, el gobierno creó el Consejo Ciudadano de
Observadores, cuya función es garantizar la transparencia de los Diálogos
Ciudadanos, en el marco del proceso para formular una Nueva Constitución para
Chile. Actores políticos cuestionaron la inclusión de varios de sus
integrantes, indicando que se debería haber creado un grupo de abogados
constitucionalistas para iniciar este proceso.
Igualmente los actores políticos expresaron su punto de vista sobre la
propuesta de reforma constitucional, destacando:
-El diputado de Renovación Nacional Germán Becker, rechazó la difusión
mediática de la campaña, donde se obliga a los canales a publicitar el proceso,
además de lamentar la falta de información que se ha registrado por parte del
Ejecutivo.
- El presidente Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín
expresó su temor en que "las garantías que exige un proceso de esta
naturaleza no están claras. Habríamos esperado de la Presidenta que hubiese
garantizado este proceso neutral, objetivo, en que busca conocer la opinión
ciudadana y no de imponer la opinión del Gobierno".
-El jefe de bancada de senadores de la Democracia Cristiana (DC), Andrés
Zaldívar dijo que "la Constitución nunca puede ser la primacía de una
mayoría sobre una minoría, tiene que ser un marco de referencia en la cual
todos los ciudadanos sientan que tienen parte. La Constitución tiene que ser
muchas veces neutral, no puede ser ideológica, no puede solo representar un
sector el pensamiento político".
-El líder del MAS, senador Alejandro Navarro, sostuvo que con este
llamado a que estén todos incluidos lo ideal es que los partidos políticos
ahora sí sean escuchados en comparación con la etapa previa.
-Jaime Quintana, presidente del Partido por la Democracia (PPD), destacó
que "resultaría sorprendente que en un proceso constituyente, los partidos
no tuvieran un rol definido. Eso ha quedado claro, que no va en la etapa
ciudadana, sino en la etapa institucional. Pero eso no quita que en cada lugar
del territorio en cada uno de estos encuentros autoconvocados, algún militante
no pueda formar un grupo y tener opinión".
Además de los partidos políticos antes señalados, especialista en
derecho de ese país, se han manifestado
sobre este tema. Para el abogado Jorge Carey si se analiza la reforma
desde la perspectiva del programa de la presidenta Bachelet, hay cosas que
serían muy preocupantes como: eliminar la independencia del Banco Central, que
es un logro de Chile y sería un retroceso; la propiedad de los recursos con una
visión que se pensaba superada; volver al tema de que el Estado tenga un
control innecesario, indebido, de los recursos naturales. A su juicio se ve
claramente que el espíritu detrás de la reforma es la visión económica de la
izquierda de los años 60. A pesar de estos señalamientos, el especialista es
optimista respecto de la clase política chilena y que finalmente se impondrán
fuerzas realistas acordes con los tiempos actuales.
La Constitución de Chile data de 1980, fue aprobada bajo el gobierno de
Augusto Pinochet y se mantuvo vigente durante el régimen de facto y durante los
gobiernos de la democracia (1990). La redacción de una nueva Carta Magna, fue
una promesa de la campaña de Bachelet para lograr un segundo mandato en las
elecciones de 2013 y formaba parte del
conjunto de reformas que proponía junto a la educativa y la fiscal.
Distintos actores sociales y políticos chilenos sostienen que la actual
Constitución Política de Chile carece de legitimidad, porque fue impuesta en un
régimen de facto y fuera de todo procedimiento democrático y constitucional en
1980. Representa sólo a un sector de la sociedad e impone fuertes trabas para
su modificación y para legislar sobre temas, actualmente importantes, como: la
educación, el trabajo, la protección social, la multiculturalidad, los derechos
sexuales y reproductivos de las mujeres, el medioambiente, el sistema político,
entre otros. También consideran que los niveles de representatividad de la
ciudadanía son bajos, y si se otorga participación popular cuando se trata de
situaciones locales o comunales, en materias relevantes y de carácter nacional,
no se permite la intervención ciudadana.
La última reforma a la constitución Chilena fue implementada bajo el mandato de Ricardo
Lagos (2005). En esa oportunidad se rebajó de seis a cuatro años el periodo
constitucional, se puso fin al sistema de senadores designados y a la
inamovilidad de los altos cargos de las fuerzas armadas.
La actual Constitución chilena no contempla mecanismos para elaborar una
nueva Carta Magna, por lo que se tiene previsto durante el segundo semestre de
2016 enviar una reforma que habilite al próximo Congreso a decidir el mecanismo
en que se discutirá el proyecto de cambio a la Constitución. El Parlamento
podrá decidir entre cuatro alternativas: 1) Comisión Bicameral compuesta por un
grupo de senadores y diputados; 2) Convención Constituyente mixta que incluya
parlamentarios y ciudadanos; 3) Asamblea Constituyente; 4) Plebiscito para que
la ciudadanía decida entre las tres opciones anteriores..
Conclusiones
Existe consenso en todos los
sectores de la sociedad chilena de poner fin al orden económico-social y
político generado por la dictadura y en la redacción de un nuevo texto
constitucional más democrático, representativo y participativo.
A pesar de las críticas que ha recibido el gobierno de Bachelet, por la
forma como se ha llevado hasta ahora el proceso constituyente, diversos
sectores del país tienen interés en participar y evitar así que se imponga los
planteamientos de una minoría.
Para el año 2017, se instalará un nuevo Parlamento que decidirá el
mecanismo constituyente y discutirá el proyecto de Nueva Constitución. Para que
sea rápido y exitoso este proceso es fundamental la inclusión de todos los
actores políticos, porque se desconoce que bancada tendrá la mayoría.
carmenmontesa@gmail.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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