Desde
Argentina
20/Septiembre/2014
Entrevista a Martín Martinelli
“Israel encabeza la invasión y
destrucción de Gaza”
Por Leandro Albani
“El
ataque de Israel a Palestina podría ser considerado un crimen de lesa
humanidad”, afirma Martín Martinelli, investigador especializado en Medio
Oriente, quien actualmente desarrolla su tesis doctoral sobre la identidad
palestina.
Entrevistado,
Martinelli (profesor de Historia de las universidades de Luján y de Buenos
Aires) explica la actual invasión militar sobre la Franja de Gaza, que ya costó
la vida de más de mil palestinos y palestinas, incluidos al menos 192 niños. La
nueva avanzada militar israelí, según Martinelli, “es la continuación de la
expulsión de los palestinos de sus tierras” iniciada en 1948, con la creación e
implantación del Estado de Israel.
Martinelli
también se refiere a las posibilidades reales de una solución para un conflicto
que lleva más de 60 años y en el que siempre Palestina ha sido castigada.
Además, traza algunas definiciones sobre el Movimiento de Resistencia Islámica
Hamas, organización que encabeza la resistencia contra la ocupación israelí.
-¿Por
qué Israel decidió esta nueva ofensiva militar contra Gaza?
-Cualquier
ataque indiscriminado contra la población civil es condenable. Este es un
crimen de guerra y podría ser considerado un crimen de lesa humanidad, ya que
es la invasión y destrucción de la población civil. Son vidas y familias
palestinas destruidas con graves daños físicos, materiales y psicológicos que
convierten la situación en calamitosa. Los ataques sobre las casas de familias
son ilegales y constituyen a su vez una demolición de hogares desde el aire.
Lo
que ocurre en Gaza se evidencia como cíclico, repetitivo, ya que ha ocurrido
con diferentes grados de intensidad a lo largo de varios años. Utilizando
diferentes pretextos se bombardea a la población civil gazatí con armamento de
guerra por tierra, mar y aire. La intención del gobierno de Israel es aplacar
una posible unión política entre Gaza y Cisjordania. Estos nuevos ataques
pueden considerarse una continuación de la limpieza étnica iniciada en 1948 y
de la ocupación militar de ese territorio desde 1967. También es la
continuación de la expulsión de los palestinos de sus tierras, que en parte ya
eran asimismo refugiados en la Franja de Gaza.
-¿Qué
nuevas características se observan en la resistencia palestina?
-En
las últimas elecciones palestinas de 2006, bajo supervisión internacional, la
victoria fue de Hamas, tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. Cuando
negaron el poder político a Hamas, este movimiento lo tomó de hecho en la
Franja de Gaza. Según fuentes fiables, Hamas goza de la lealtad de la gran
mayoría de los 1,8 millones de habitantes de la Franja. Uno de los objetivos de
este ataque es aislar todavía más la Franja de Gaza, dejar a Hamas en el poder
aunque más debilitado, oponerse a toda posibilidad de unión palestina y desviar
la atención de la ofensiva colonialista acelerada en Cisjordania.
Mientras
tanto, Hamas desea reforzar su posición en tanto movimiento de resistencia tras
los golpes que ha sufrido como movimiento político. Desde Hamas se está
ofreciendo una resistencia inesperada para Israel. Por ejemplo, el diario
israelí Haaretz advirtió sobre la lentitud de la misión israelí y la “matanza
al por mayor” de civiles palestinos. Con respecto a las complicaciones que
están teniendo, Haaretz también
manifestó que “no hay victoria posible”. Entretanto, con estos ataques siguen
destruyendo las vidas de miles de familias palestinas. En todo análisis, no hay
que dejar de lado el contexto de ocupación y bloqueo de los territorios
palestinos por parte de Israel desde 1967, además de la expulsión de gran parte
de los palestinos a partir de 1948.
-¿Existen
posibilidades reales de una solución al conflicto?
-Este
conflicto es una “guerra” o más bien una disputa asimétrica con dos
contendientes en condiciones diametralmente opuestas. Por lo tanto, se necesita
un importante cambio de paradigma para que se logre una solución, lo cual no es
imposible sino que es complicado. Pongamos por caso la indefinición que existe
sobre el territorio de Cisjordania. Aunque vale aclarar que con la presunción
de que es un conflicto de compleja magnitud, esto es utilizado como excusa en
pos de no buscar las soluciones adecuadas al problema. Un ejemplo de solución
podría ser una retirada israelí de los territorios ocupados palestinos, lo que
es intrincado ya que la infraestructura que Israel construye a diario en el
lugar lo dificulta enormemente.
Además,
un acuerdo equitativo entre los palestinos y los israelíes sobre la forma de
compartir Jerusalén y los lugares considerados sagrados constituiría la pieza
central de un acuerdo entre estos dos pueblos, y la clave para una paz justa y
duradera en todo Medio Oriente. Aunque es difícil augurar si esto, o la
creación de un Estado palestino independiente en Cisjordania, Gaza y Jerusalén
Este, podrían dar solución al conflicto.
Los
palestinos consideran estos territorios como parte de un Estado, aunque en
realidad consideran Palestina a todo el territorio que formaba parte del
Mandato Británico de Palestina (1920-1948), pero dadas las condiciones
impuestas por las guerras de 1948 y de 1967 anhelan, al menos, obtener un
Estado independiente en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este, con
las dificultades que esto acarrea.
-¿Cómo
podrías explicar a una organización como Hamás?
-Hamas
es una organización que lo primero que hace es dar ayuda social. Muchos tienen
la idea de que sólo preparan hombres para los ataques suicidas, pero es un tipo
de organización que da ayuda, que está instalada en el tejido social a través
de las mezquitas, ayudando a la población, y esa es la primera función que las
poblaciones ven en ellos. Hamás gana las elecciones en 2006, que no son legitimadas,
sobre todo por Israel y Estados Unidos, porque consideran como terrorista a la
organización.
Ahí
tendríamos que ver cuál sería la definición de terrorismo. Porque desde el 2001
comienza la guerra contra el terrorismo, que es un enemigo que no está individualizado,
no se sabe quién es, entonces con ese criterio se dice “aquellos son los
terroristas, ataquémoslos”. Ante cualquier divergencia con un grupo político,
se lo acusa de terroristas y son atacados. Siempre hay que tener en cuenta la
ambivalencia de los términos y quién emite ese término.
Noam
Chomsky evalúa, según la misma definición del gobierno de Estados Unidos, cuál
es la connotación que se le da a la palabra terrorismo. Con ese mismo criterio,
los ejércitos de Estados Unidos e Israel serían terroristas por las prácticas
militares y de intimidación que realizan contra distintas poblaciones. El gran
público en general abreva en la información masiva, entonces dice que en
Afganistán los talibanes son terroristas y se tiende a homogeneizar o a relacionar
con lo musulmán. Entonces los talibanes son terroristas, fundamentalistas del
Islam, de su interpretación del Islam, que realizan ataques suicidas, que no
les importa morir con tal de matar a otro. Hay un estereotipo que recae sobre
los árabes y sobre los musulmanes: están
con turbantes, montados en camellos y en medio del desierto.
Después
de 2001, es igual pero con un fusil y armado hasta los dientes o con un chaleco
de dinamita. Aclaremos que no todos los árabes (cultura) son musulmanes (religión)
ni todos los musulmanes son árabes.
Hamás
también está muy vinculado a los Hermanos Musulmanes (HM), agrupación que se
funda en 1928 en Egipto. Uno de sus principales pensadores fue Hasan Al Banna
(1906-1949). Lógicamente, en 80 años de existencia los HM fueron variando desde
que surgen como un movimiento religioso. Hay que tener en cuenta que en Medio
Oriente la religión está relacionada con la política, porque el Islam está
incrustado de otra manera en las relaciones sociales de la cultura arabo-musulmana.
Los HM se mantuvieron ajenos a la práctica política. Si bien se puede decir que
esa ayuda social es una especie de práctica política, no formaban partidos
políticos.
Es
la diferencia cualitativa que vamos a tener a partir de las décadas del ‘70 y
‘80, y también tiene que ver con el nacionalismo árabe, o panarabismo, cuando
Estados Unidos ve por ejemplo, con malos ojos a Gamal Abdel Nasser (ex
presidente egipcio, fallecido en 1970). Entonces apoya a organizaciones como
los HM, al mismo tiempo la sociedad se encontraba preparada para que haya un
vuelco de esas agrupaciones hacia lo que algunos denominan islamismo o Islam
político.
leandroalbani14@yahoo.com.ar
Publicación Barómetro 31-07-14
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