Desde México
29/Julio/2013
Amigos de Enrique Peña Nieto ¿En CAPAMA?
Miguel Ángel
Mata Mata
La boda del hijo del director de la
Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco fue
elegante. Regidores municipales y
diputados locales fueron invitados de honor. Nadie incluyó en la lista el
nombre de joven empleada del organismo operador del agua que por ese tiempo dio
a luz a una linda niña. La excluyeron. ¿Cómo creen que sería invitada?
La pre boda y la tornaboda fue
disfrutada con lujos que corresponden a ricos y famosos. Lo mas “nice” fue el
paseo que unos cuantos dieron a bordo de un pequeño yatecito fondeado en La
Marina, metros antes de llegar al club de yates. Se trata de un bayliner color
blanco con azul y dos camarotes. Los empleados de la paramunicipal dicen que es
un pequeño lujo que se merecen quienes vienen de fuera a administrar los bienes
de los acapulqueños. ¿Lo merecen?
Casi frente a las oficinas de la
paramunicipal existe una tintorería. Arriba de ese modesto negocio fue
construido un edificio que, dicen los empleados, fue adquirido por poderosos poblanos sobre quienes existen
demandas penales por enriquecimiento inexplicable (¿o muy explicable?) en su
natal Puebla. También se habla de dos edificios en la colonia Costa Azul y, lo
que habla del progreso económico de quienes trabajan sin descanso, una residencia
en Pichilingue. Lo dicho: ricos y famosos.
La historia que aquí relatamos no
corresponde a la revista Hola, TV y Novelas o TV Notas. Es un caso de la vida
real. Es la linda trayectoria de un grupo de poblanos que llegaron al puerto de
Acapulco y han consolidado el sueño acapulqueño: disfrutar de casas con playa o
a la orilla del mar en Las Brisas, adquirir propiedades en Costa Azul, pasear
en yates en la bahía, enamorar a jóvenes burócratas y consolidarse. ¿Si no es
asi entonces para que sirve el dinero?
Lo malo es que mientras ellos dan
validez al dicho de que en el mar la vida es mas sabrosa la gente de Acapulco
abre la llave del grifo y no tiene agua. El organismo operador del agua está
quebrado. La auditoría practicada al año pasado arroja 73 recomendaciones cuyo
responsable en casi todas ellas es el director de la Comisión de Agua Potable y
Alcantarillado del Municipio de Acapulco.
Se habla de desvíos, de no pagar hasta
por dos meses el salario a empleados de confianza y de un quebranto financiero
de un organismo que ha sido la eterna
“caja chica” de voraces políticos. Llegan pobres y a su paso por el agua salen
purificados con millones en las alforjas. Casos hay muchos. ¿Estamos ante el
parto de un nuevo rico?
El resultado de la auditoría fue entregado
el presidente del consejo de Administración del organismo operador, el
presidente municipal Luis Walton Aburto. A pesar de las evidencias de los malos
manejos, de que son familiares del director del organismo quienes dictan
directrices y se hacen cargo de la cobranza, de que se hacen descuentos a
morosos hasta por medio millón de pesos sin que éste sea autorizado por el
Consejo de Administración, Don Luis no ha removido de su cargo al poblano.
Preguntamos al diputado Oliver Quiroz,
cercano al presidente municipal, las causas por las cuales no se ha removido a
éste pícaro funcionario a pesar del
resultado de la auditoría practicada al órgano operador del agua potable
en Acapulco. “Es una herencia de Manuel Añorve”, nos respondió. Pero no es así.
El señor Velasco tiene protección. Le
apoyan un señor de nombre Carlos Mateo Aguirre, otro de apellido Palma y nada
mas ni nada menos que el Presidente de México, Enrique Peña Nieto. O al menos
eso presumen sus cercanos paisanos.
El señor Velasco Islas fue impuesto
desde la Comisión Nacional del Agua por quien actualmente es el director
nacional de ese organismo y en aquel tiempo fungía como coordinador del
programa de agua del candidato Enrique Peña Nieto. Fue a Verónica Escobar a la
que pusieron como condición para el rescate del organismo la designación del
señor Velasco. A cambio de 90 millones de pesos de la CONAGUA el amigo de la
campaña de Peña Nieto llegaría al rescate del organismo operador del agua en
Acapulco. Y así fue.
En Guerrero, el señor Palma, actual
director del organismo que construye edificios de escuelas públicas, amigo de
Velasco, le ayudó a seleccionar a los pocos guerrerenses incluidos como
funcionarios de CAPAMA. La gran mayoría
fueron traídos de Puebla e instalados en caros departamentos en la colonia
Costa Azul. De ahí nació la especie de que en realidad Velasco goza de la
protección del poderoso hermano del gobernador de Guerrero, Carlos Mateo
Aguirre Rivero, a quien le reportaría hasta el mínimo informe.
¿Qué es lo que pasa en CAPAMA? Simple:
la auditoría practicada a la paramunicipal arrojó un quebranto financiero y
responsabilidad de un director que fue impuesto por el equipo de campaña de
quien hoy es el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Por eso, tal vez, es que ni las
insinuaciones del gobernador Aguirre ni las declaraciones abiertas del
presidente municipal Luis Walton, quienes reconocen el quebranto y la
responsabilidad del señor Velasco en malos manejos, puedan para mejorar las
condiciones financieras del organismo y lograr que, al fin, los acapulqueños
cuenten con un eficiente servicio de agua potable.
Ayer estuvo en Apango Guerrero el
Presidente de México. Puso en marcha el programa contra el hambre . En su
discurso reconoció que en México hay mexicanos que son tan pobres que no ganan
lo suficiente ni para comer. Nadie le dijo que en Acapulco hay otro tipo de
mexicanos que son ricos, famosos y han cumplido el sueño acapulqueño de hacer
que en el mar la vida sea mas sabrosa. ¿Sabe el Presidente que tipo de amigos
tiene? ¿Le han invitado acaso a dar una vueltecita a bordo del bonito yate
fondeado en La Marina? Tal vez no.
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