Desde Brasil
Fecha:
05/Marzo/2016
América Latina: Vuelta A La Oposición De La Derecha Y Estratégica
Por
Bruno Lima Rocha
Somos un continente
o en parte dominado, por una herencia sangrienta colonial, a través de las
familias europeas, criollismo de vice-reinados, cuyo ejemplo más radical es
Brasil, donde los restos de esta elite, tiene poca o ninguna identificación con
nuestra gente, porque la opción permanente es el Eurocentrismo y
específicamente el anglo- Sajón del mundo contemporáneo.
En Brasil, esto
crea complejos en la sociedad y entreguismo empedernido. Las salidas
estructurales implican prácticas poscoloniales en lugar de reimpresiones de
colocado por vía periférica en el capitalismo del siglo XXI.
En los últimos seis
meses, América Latina ha estado sufriendo, un nuevo giro a la derecha, dirigida
por súbditos del Pos-Consenso de Washington, e ideológicamente, hacia el eje
financiero entre Nueva York y Londres. El eterno contrapunto en nuestro
continente, en dos posturas visibles, que en el texto, no coincide con la
identidad colectiva y las opciones allí establecidas.
El primer
contrapunto que tenemos aquí, deriva del hecho de que estamos totalmente o
parcialmente dominadas por una herencia sangrienta colonial. Que conforma parte modelo en las
manifestaciones de la derecha, incluso de corte liberal (demócrata liberal) y
en la formación de fracciones de clase dominante, que no duda en liquidar
activos, negándose a ser clase dominante de los países emergentes o llamando a
potencia media (como es el caso de Brasil).
El segundo
contrapunto es más reivindicativo, aunque ha agotado su ciclo y, en términos de
estrategia económica y teoría del desarrollo, vienen teniendo vuelos y
maximizando la herencia todavía colonial. Me refiero, obviamente, llamar giro
democrático iniciado con la elección de Hugo Chávez como Presidente de
Venezuela (en diciembre de 1998) y cuyo final de ciclo se nota en el país hoy
gobernado por Nicolás Maduro.
Así como en la
elección de un menemista de la Casa Rosada en Argentina (Mauricio Macri) y la
crisis política brasileña que no termina. Brasil (a través de la lulista
Pacto), Argentina (con Kirchner y la reconfiguración de un peronismo
"nacionalista"), Paraguay (que tenía el golpe blanco), Venezuela
(Bolivariana chavista y poco). Honduras (que también pasa por un golpe de
estado blanco), Chile (cuyo cumplimiento el modelo siempre fue parcial),
Nicaragua (con la elección de la alineación de Ortega y el chino y el ruso), El
Salvador (con el FMLN, transformado en partido socialdemócrata tímido) ,
Uruguay (con el amplio frontal coqueteando con un Tratado de libre comercio con Estados
Unidos), Perú (con falso alvaradismo de Ollanta Humala) y Bolivia (con el Evo)
y Ecuador (con Correa).
Esta aplicación de
las reformas constitucionales para emitir los mandatos permanentes, son prueba
viviente de que nuestros países no han completado aún una institucionalización
republicana incluyente, sea solo capaz de ejercer una política soberana, en
gran parte de sus propios recursos estratégicos a partir de minerales y
recursos hídricos.
Insisto en este
segundo contrapunto, porque da la ilusión del ejercicio del poder ejecutivo y
la necesidad de cumplir con una élite gobernante, con un pasado en el campo
nacional popular, y que deseen servir a una clase dominante con vocación
latinoamericanista. No existe tal sector de la clase política, y
sosteniendo el relato de la geopolitik
como gag reflex real politik internacionales y las variables del realismo.
Esta visión acabada
de forma total o parcial, que se adhieren a los siguientes conceptos erróneos:
políticas a corto plazo de reforzar la exploración de la salud; alineación con
el eje de los BRICS (que en general es correcto), pero sin una proyección
distinta más allá de la promoción de las empresas transnacionales (ETN), de
origen brasileño con un vínculo,
económica en nuevas fronteras (como en África). Falta de coordinación estratégica para
reducir la dependencia financiera y también política legal, con el capital
parasitario, erosionando la mayoría de las características de nuestros países
(véase el caso de la nueva inflexión de Guido Mantega, adelante mezcla de
granja en el primer gobierno de Dilma y el presupuesto limitado sobre el gasto
con el booty rentista).
Si añadimos estas
opciones del Ejecutivo dirigido por militantes del ex-Izquierda (al menos así
eran en la Bi-polaridad o democratización), más la derecha ideológica al
posicionamiento en América Latina, se encuentra el reto del capitalismo
periférico en nuestros países, es precisamente la necesidad de una
planificación estratégica y la concertación entre las élites gobernantes,
tecnocracia y sectores de la clase gobernante dispuesto a confrontar su
política e ideológica matrices-legal "oeste".
Es justo en este
sentido, que las teorías del desarrollo, en mayor o menor medida, corren en el
dilema de la dependencia y sus restricciones en la colocación de la planta
superior de la pirámide social y la presencia de grupos de empresas
transnacionales latinoamericanas interdependencia cada vez más profunda y la
pérdida de poder de decisión por parte de los gobiernos. En otras palabras,
salidas estructurales implican prácticas poscoloniales en lugar de
reimpresiones de colocado por vía periférica en el capitalismo del siglo XXI.
Así, el contrapunto
de la tercera dimensión, es la ausencia de lo que decimos aquí. La única
posibilidad para pasar a una segunda independencia es conquistar más espacios
de participación política y la expansión de la experimentación institucional,
radicalizar nuestras democracias, superando el formalismo y el arreglo entre
los poderes republicanos ya establecidos.
Así, lo que dije
anteriormente, como segundo contrapunto no es consistente con la capacidad de
realización. Por ejemplo, en Bolivia, la Constitución de pós-Evo dispone de
formas comunitarias de justicia, pero este logro depende necesariamente de la
permanencia del MAS y el propio Morales en el centro del poder político.
Obviamente, si la longevidad de las instituciones conduce a su mejora, lo mismo
ocurre también con la institucionalidad que nace del poder del pueblo,
especialmente si esto tiene raíces en la resistencia anticolonial de América
Latina.
El ejemplo anterior
puede ser universalizada, en el desafío de proteger territorios y crear otras
formas de vida, a tomar sobre la base de nuestras sociedades, las poderosas
organizaciones con poder de veto sobre el sistema jurídico y político, creando
una correlación de fuerzas distinta de la actual, donde legitimidad de la
legalidad, a partir del modelo de democracia y burgués escribe partes con
intermediarios profesionales y aguantar carreras políticas.
(www.estrategiaeanalise.com.br
/ blimarocha@gmail.com)
Publicación
Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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