Desde Brasil
Fecha:
05/Marzo/2016
Virus Zika Y Mosquitos OGM: Cosas Que Te Ocultan Y Deben
Conocer
Por
Cristina González
Tal y como viene
denunciando, entre otros, el investigador Jon Rappoport en sus últimos
artículos, el virus Zika está siendo utilizado posiblemente como tapadera para
ocultar los daños causados por los gigantes corporativos de la agroindustria,
que están provocando una oleada de casos de microcefalia en determinadas zonas
del Brasil. El Zika, del cual se conoce la existencia desde hace décadas, se
convertiría así en la tapadera perfecta para evitar afrontar las carísimas
responsabilidades derivadas de los daños causados por el consumo monstruoso de
pesticidas altamente tóxicos en Brasil. En su tercer artículo sobre el Zika,
Rappoport centra su atención sobre uno de los potenciales causantes de los
numerosos casos de niños nacidos con daños cerebrales y microcefalia en Brasil.
Y es que resulta
que otro de los potenciales causantes de estos daños, son los mosquitos
genéticamente modificados que ya fueron liberados en Brasil en 2012, con el
objetivo de diezmar la población de mosquitos que transmiten el dengue, el
Zika, la fiebre amarilla y el chikungunya.
Los mismos mosquitos genéticamente modificados con los que ahora nos
dicen que quieren “solucionar el problema”. Tal y como nos cuentan en RT: “Ya
desde el primer momento surgieron preocupaciones sobre la liberación de estos
mosquitos modificados genéticamente sin haber realizado más estudios sobre
posibles efectos secundarios”.
“Es un enfoque muy
experimental que aún no ha tenido éxito y puede causar más daño que bien”,
advirtió en 2012 la doctora Helen Wallace, directora del instituto GeneWatch,
en declaraciones a ‘The Guardian’. Los
primeros casos de Zika en humanos fueron documentados en Brasil el pasado mes
de mayo, estimando que a día de hoy 1,5 millones de personas estarían
infectadas.
Los críticos con la
empresa Oxitec, productora de estos mosquitos genéticamente modificados,
recuerdan que la zona en la que fueron liberados los Mosquitos transgénicos
OX513A es la misma donde se inició la propagación del virus.
Y es de hecho, la
misma zona del Brasil (Juazeiro), donde ahora se reportan la mayoría de los
defectos de nacimiento. Desde el inicio
del brote, se han registrado en Brasil más de 4.000 casos de bebés que nacen
con microcefalia desde octubre pasado.
Todo esto debería ser considerado una pista crucial para los científicos
y debería haber sido lo primero que hubieran indicado los medios de
comunicación, en lugar de contribuir a la paranoia hacia un virus, el zika, del
que no existe ninguna prueba científica que provoque microcefalia.
Pero hablemos por
un momento de la compañía Oxitec, que liberó esos mosquitos transgénicos. Para empezar, cabe destacar que Oxitec, dispone
de ayudas de Bill Gates para realizar sus experimentos, algo que para la gente
debidamente informada sobre las auténticas intenciones eugenistas de Bill
Gates, es una muy mala señal. Oxitec es propiedad de Intrexon, que es propiedad
del multimillonario Randal J Kirk.
Intrexon está
desarrollando tecnología que utiliza la biología sintética, o la ingeniería
biológica, para realizar “avances” en múltiples campos, desde productos
farmacéuticos a plantas y animales modificados genéticamente. La compañía tiene
acuerdos de desarrollo con AquaBounty, que a su vez produce salmón modificado
genéticamente.
Recordemos que la
polémica principal que rodea a la producción de plantas y animales modificados
genéticamente es que no existe ningún estudio independiente riguroso que
garantice que son seguros para el consumo y que no tendrán efectos negativos
para el medio ambiente. Tal y como
indica Jon Rappoport, Intrexon tiene al famoso Dr. Sam Broder como
Vicepresidente del Sector Salud.
Durante seis años,
Broder fue el Director del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU donde fue una
pieza clave para el impulso del medicamento contra el SIDA, el AZT. Este
medicamento que inicialmente había fallado en los tratamientos de
quimioterapia, fue tomado de nuevo y se sometió a un ensayo clínico plagado de
escándalos, lo que dio lugar a su aprobación por parte de la FDA
(Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU).
Según sostiene
Rappoport, el AZT es extremadamente tóxico. Evita que las células humanas se
repliquen y suprime el sistema inmunológico, es decir, el mismo sistema que se
supone que el SIDA está atacando. El 28
de noviembre de 2011, Intrexon dio la bienvenida a dos nuevos ejecutivos a la
junta directiva de la empresa: Robert B. Shapiro y Jeffrey B. Kindler. Shapiro era el ex director general de
Monsanto y NutraSweet (fabricante del polémico aspartamo, un edulcorante
altamente tóxico contenido en gran cantidad de refrescos).
Por su parte,
Kindler era el ex director general del gigante farmacéutico Pfizer y
vicepresidente ejecutivo y asesor general de McDonald’s. Es decir, personas “de toda confianza en el
campo de la salud pública”, relacionadas nada más y nada menos que con la
comercialización del herbicida cancerígeno Roundup de Monsanto, el Aspartamo tóxico,
que causa obesidad, síndrome metabólico y cáncer.
El
anti-inflamatorio Bextra (valdecoxib), relacionado con graves reacciones
alérgicas y ataques al corazón en los pacientes y que provocó que Pfizer
tuviera que pagar una multa de 2300 millones de dólares por conducta criminal
al comercializarlo…Y por supuesto: La comida basura de McDonald’s, que tanto
daño ha provocado a la salud de varias generaciones.
Estas personas, con
un “currículum tan destacado” fueron las encargadas de dirigir la empresa Oxitec
cuando se liberaron los mosquitos modificados genéticamente para combatir el
Dengue…sin comentarios. En un artículo publicado en Activist Post, Claire
Bernish desvela una poco conocida conexión de los mosquitos con los
antibióticos usados en la industria ganadera.
Recordemos que la
hipótesis científica que justifica el uso de mosquitos genéticamente
modificados, establece que el mosquito transgénico macho inseminará a las
hembras naturales, pero no proliferará ninguna generación real de mosquitos más
allá de la etapa larval, debido a los genes modificados. Pero según afirma Claire Bernish en su
artículo: “De acuerdo con un documento no clasificado de la Comisión de
Dirección de Comercio y Agricultura de Brasil con fecha de febrero de 2015,
Brasil es el tercer mayor consumidor de tetraciclina, un antibiótico que se
suministra a los animales a través de la comida.
Como un estudio de
la Sociedad Americana de Agronomía, explica: “Se estima que aproximadamente el
75% de los antibióticos no son absorbidos por los animales y se excretan en los
residuos”. Uno de los antibióticos
específicamente nombrados en ese informe por su persistencia en el medio
ambiente es precisamente la tetraciclina, que se puede encontrar en los suelos,
las aguas superficiales y algunos alimentos.
¿Y cuál es el
efecto final? Un documento confidencial interno de la propia compañía Oxitec
divulgado en 2012 nos lo aclara: Oxitec reconoce que hasta un 15% de las larvas
podrían sobrevivir.
¿A qué conclusión
lleva todo esto? Pues que tenemos unos mosquitos genéticamente modificados
liberados al medio ambiente, que se supone que deben extinguirse por sí solos,
pero que en realidad, y debido a la contaminación de comida y agua provocada
por el antibiótico tetraciclina, podrían sobrevivir en su etapa larvaria,
provocando el nacimiento de generaciones de mosquitos descendientes de
mosquitos normales y mosquitos genéticamente modificados. Mosquitos, que por
cierto, son vectores no solo del Dengue, sino también del Zika.
¿Alguien ha estudiado
qué efectos sobre la salud humana puede tener la picadura de uno de esos
mosquitos híbridos de reciente creación? La respuesta es clara y contundente:
UN NO ROTUNDO. Bien, si tenemos en cuenta que la epidemia de casos de
microcefalia se produce precisamente en la misma zona de Brasil donde fueron
liberados estos mosquitos, hallamos una posible relación causa-efecto que nadie
parece dispuesto a tomar en cuenta.
¿Podrían ser los
propios mosquitos genéticamente modificados liberados por Oxitec con el apoyo
de las autoridades brasileñas, los causantes de estos terribles efectos y del
propio estallido de casos de Zika? ¿El propio virus Zika está siendo utilizado
como tapadera para ocultar las auténticas causas de la epidemia de casos de
microcefalia entre recién nacidos? Lo
que está claro es que NO existe ni una sola evidencia científica que relacione
el virus Zika con los 4000 casos de Microcefalia aparecidos en Brasil desde
octubre. Ni una sola.
Tampoco hay nada
que justifique que después de 60 años de conocimiento de la existencia del
virus Zika, de repente se produzca tal estallido epidémico y aparezcan efectos
hasta ahora desconocidos y nunca reportados con anterioridad. La única
diferencia entre ahora y décadas atrás, es la evidente coincidencia temporal y
física entre la aparición de estos casos de microcefalia y el consumo récord de
pesticidas altamente tóxicos en Brasil de estos últimos, la aplicación de la
vacuna Tdap en mujeres embarazadas en Brasil (iniciada en 2014 en contra de las
advertencias de los propios fabricantes) y la liberación de los mosquitos
genéticamente modificados de la empresa Oxitec y la más que probable creación
de mosquitos híbridos cuyo efecto sobre el medio ambiente y la salud humana es
absolutamente desconocida.
¿Por qué ante tales
evidencias los medios de comunicación siguen repitiendo obedientemente la
disparatada versión oficial de la OMS que no se basa en ninguna evidencia
científica y eluden hablar de estos indicios tan evidentes? ¿Dónde están los periodistas, esas personas
que pasan 4 años estudiando en una facultad y que se supone que deben comunicar
la verdad sobre los hechos a la población?
¿Cómo es posible que ninguno de ellos vea el elefante en la habitación?
Lo que sí está
claro es que si se demostrara que la epidemia de casos de microcefalia se debe
a los pesticidas, a las vacunas o a los mosquitos genéticamente modificados,
grandes compañías deberían afrontar indemnizaciones y multas multimillonarias.
Sin embargo, si se le echa la culpa a un virus (que llevaba tiempo ahí y al que
nadie hacia caso por tener una incidencia menor), las grandes compañías pueden
seguir adelante con su negocio e incluso ampliarlo, aportando presuntas
soluciones a la epidemia, en forma de vacunas y de liberación de más mosquitos
genéticamente modificados, siempre con el apoyo de esa entidad mafiosa al
servicio de los grandes poderes económicos llamada OMS.
Y no es solo una
cuestión de negocio y de ganancia de indecentes cantidades de dinero. Estamos también ante una gran maniobra de
manipulación social a gran escala. Se
están sentando las bases del mundo del futuro, una dictadura tecnocrática en la
que todos estaremos sometidos a los designios de los nuevos sacerdotes, que ya
no vestirán túnicas, sino batas blancas y a los cuales deberemos obedecer
ciegamente por ser los portadores de la “verdad absoluta más indiscutible”.
Ellos serán la cara
más visible del poder y la autoridad en el nuevo régimen y dictarán el futuro
de las poblaciones y de los individuos.
Estos neo-sacerdotes adquirirán múltiples formas: serán médicos,
físicos, químicos, biólogos o economistas.
Cuando ellos decreten “epidemia” todo el mundo deberá vacunarse, cuando
ellos decreten que algo es “enfermedad” todo el mundo deberá tomar medicamentos
contra ello, cuando ellos decreten “crisis” todo el mundo deberá ajustarse el
cinturón y dejar de consumir o aumentar el consumo, según convenga.
Ahora nos están
acostumbrando a obedecerlos, año tras año, mediante mil y una campañas de
terror infundado que los presenta como la única estirpe salvadora que nos
separa del desastre o incluso del apocalipsis.
¿Alguien se ha fijado que desde hace unos años hacia aquí, cada
temporada aparece una nueva enfermedad de moda con capacidad para convertirse
en “epidemia global”?
La gripe aviar, el
SARS, la gripe A, la gripe porcina, el MERS, las Superbacterias, el Ébola y
ahora el Zika… No solamente se está utilizando el virus Zika como más que
posible tapadera para ocultar efectos indeseados provocados por grandes
compañías (si es que no ha sido provocado de forma voluntaria), sino que toda
forma parte además de una agenda a largo plazo. ¿Alguien está dispuesto a ver
el elefante en la habitación?
crisgquintana2@gmail.com
Publicación
Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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