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DOS CARAS DE LA CAMPAÑA SANDERS - FG

Desde Estados Unidos
Fecha: 20/Abril/2016


Dos Caras De La Campaña Sanders
Por Fred Goldstein,

La campaña de Bernie Sanders tiene un doble carácter. Por un lado, ha desenterrado y dado voz a la oposición generalizada contra Wall Street y la masiva injusticia y desigualdad económica. Pero por el otro, Sanders corre bajo el Partido Demócrata, que por generaciones ha sido y es controlada por los mismos oligarcas financieros contra los cuales las/os partidarios de Sanders se están revelando.

La respuesta masiva a los llamados de Sanders de dividir los bancos y hacer que los ricos paguen por la educación universitaria, la atención de salud universal, el aumento del salario mínimo y así sucesivamente, es totalmente comprensible. Después de décadas de austeridad, retiro de subsidios, rompimiento de sindicatos, racismo y encarcelamiento masivo, no es de extrañar que las reclamaciones de Sanders hayan caído como lluvia sobre hierba seca.

Pero a la larga, el camino para hacer frente a los bancos, los multimillonarios y la corrupción, no se encuentra a través de la política electoral y el Partido Demócrata. Se encuentra a través de la movilización de masas y la lucha independiente. Las/os seguidores de Sanders eventualmente van a tener que enfrentarse a esta dura verdad.

Dicho esto, cualquiera que sea el resultado final de las primarias del Partido Demócrata, en la actualidad es innegable que la campaña de Bernie Sanders ha dado expresión a la ira acumulada contra Wall Street y la maquinaria política del Partido Demócrata. Hillary Rodham Clinton, amiga de Wall Street, halcón pro-Pentágono y política tremendamente oportunista, representa dicho establecimiento.

Cuando Sanders comenzó su campaña denunciando no sólo a Wall Street, sino a la cúpula de los monopolios corporativos, fue considerado como un candidato de poca envergadura, quien en el mejor de los casos sería una mera novedad en la campaña.

Como senador de un pequeño estado rural y quien se autodenomina socialista democrático, él estuvo fuera del club de senadores millonarios y se esperaba que fuera un candidato marginal en las primarias demócratas.

Pero en solo semanas después de que anunció su candidatura y comenzó su campaña, los medios de comunicación capitalistas comenzaron a notar que estaba atrayendo enormes multitudes en los campus universitarios, en las ciudades, en las zonas rurales, donde quiera que iba. Su público oscilaba desde unos miles hasta 28,000 en un mitin en Oregón.

La gran popularidad de la campaña Sanders, especialmente, pero no exclusivamente entre jóvenes blancas/os, trabajadoras/es y mujeres jóvenes, sorprendió a los medios capitalistas y al establecimiento político.

Cabe señalar que Sanders ya ha ampliado su atractivo a las/os afroamericanos y latinas/os, con un número de prominentes líderes de los derechos civiles, figuras políticas y artistas haciendo campaña por él.

Occupy Wall Street En Las Urnas

El mensaje de Sanders tiene un gran parecido al que Occupy Wall Street abogó.

En septiembre del 2011, OWS tomó el Parque Zuccotti en Manhattan, estableciendo una asamblea general en las calles y denunció la enorme desigualdad en EUA. Este movimiento puso la consigna "Somos el 99%". Se opuso al 1% que controla grandes cantidades de riqueza. OWS se dedicó a la acción directa.

Las asambleas se extendieron rápidamente a muchas ciudades de EUA, mostrando que OWS tenía millones de simpatizantes pasivas/os. Incluso la prensa corporativa tuvo que fingir simpatía por un tiempo, hasta que la policía sistemáticamente expulsó las asambleas de las calles con brutalidad y arrestos. El desarrollo de este movimiento, y sobre todo su amplio apoyo, tomó a la clase dominante totalmente por sorpresa. Desde el punto de vista sesgado en sus salas de juntas y haciendas, los gobernantes siempre subestiman la ira del pueblo.

Y así como subestimaron al OWS, así también subestimaron el odio por Wall Street y la gran desigualdad que ha dejado a toda una generación sin un futuro. Las condiciones económicas y sociales han empeorado desde el 2011.

La campaña Sanders es, en cierto modo, una continuación de OWS en forma electoral. En ello radica el atractivo de Sanders y es la base de su inesperado éxito electoral.

En Contra De La Máquina

Para el 20 de marzo, Sanders había acumulado más de 6 millones de votos, sin contar los estados caucus de Iowa y Nevada. Incluso entonces, sus votos apenas reflejaban la popularidad de su mensaje anti-banquero y anti-multimillonario. Ha recaudado $140 millones en repetidas contribuciones pequeñas de una base récord de 2 millones de contribuyentes, más 4 millones en donaciones individuales.

Sin embargo, no todas/os sus seguidores pueden votar en las primarias por una variedad de razones - obstructivas calificaciones de votantes, límites de edad, conflicto con la escuela, etc. Para cuando termine la campaña, Sanders probablemente ganará millones más de votos.

Su amplio apoyo es considerable, ya que la campaña va contra dos de las maquinarias políticas más poderosas de la política capitalista, la de Clinton y la del presidente Barack Obama que se han combinado para bloquearlo en todos los sentidos posibles. Estas maquinarias están profundamente arraigadas a nivel nacional y han existido desde hace años.

La campaña presidencial de Hillary Clinton ha estado activa desde 2007. Después de que perdió a Obama en 2008, reanudó su campaña en silencio durante su administración. Ella había sido senadora de Nueva York, el hogar de Wall Street, y luego se convirtió en secretaria de estado, donde trabajó estrechamente con el Pentágono.

Sanders comenzó sin ningún tipo de organización que podría ni remotamente parecerse a la maquinaria de Clinton.

Parcialidad De Medios Corporativos

Sanders también enfrenta a los medios de comunicación capitalistas. Los medios están utilizando a Donald Trump para aumentar sus índices de audiencias y acumular ganancias. El 29 de febrero, el Hollywood Reporter citó al gerente general de Les Moonves de CBS sobre Trump y el "circo" republicano: "Puede que no sea bueno para EUA, pero es muy bueno para la CBS".

Moonves continuó: "Está entrando dinero y esto es divertido. Nunca he visto nada igual, y va a ser un año muy bueno para nosotros. Lo siento. Es una cosa terrible de decir. Pero, sigue, Donald. Sigue adelante".

A Moonves casi no le importaría tener a millones de televidentes que probablemente verían a Sanders diariamente como Trump se ve. Pero Sanders ha atacado a demasiados millonarios y multimillonarios y no acepta su dinero. Así que para los magnates de los medios, la política viene después de los índices.

Las redes son corporaciones multimillonarias. Se sienten bien publicando a Trump. Pero entre Sanders y Clinton, todas ellas están con Clinton. “Fairness and Accuracy in Reporting” escribió el 20 de marzo que el Washington Post publicó 16 artículos negativos sobre Sanders en 16 horas. El Post es propiedad de Jeff Bezos, cuya fortuna de Amazon.com está valorada en $50 mil millones.

El New York Times ha marginado la campaña Sanders a tal punto que sus propias/os lectores se rebelaron y el editor público del Times tuvo que reprender públicamente a la  administración.

El Informe Tyndall, que escruta la cobertura mediática de la campaña, informó que en 2015 Clinton recibió 121 minutos de cobertura (excluyendo las audiencias sobre sus emails) y Sanders recibió 20 minutos.

Los medios quieren ocultar el importante apoyo sindical para Sanders. Las/os Trabajadores de la Comunicación, la Asociación Nacional de Enfermeras, las/os Trabajadores de Correos y más de 40 sindicatos locales le han apoyado. Todos los sindicatos que avalaron Sanders preguntaron a sus miembros de base.

Los sindicatos que avalaron a Clinton, lo hicieron por vía ejecutiva, sin consultar a las bases. Pero debido al fuerte apoyo en las bases sindicales para Sanders, la dirección de la AFL-CIO no ha podido respaldar a Clinton.

Billonarios Y Banqueros Temen A Sanders

Los banqueros, financieros y jefes de grandes empresas quieren enterrar a Sanders. Lloyd Blankfein, CEO de Goldman Sachs, es tal vez el banquero más poderoso e influyente en EUA. Sanders lo señaló por su codicia y su culpa en la crisis financiera. Blankfein respondió el 3 de marzo en la CNBC, diciendo de la campaña de Sanders que "Tiene el potencial de ser un momento peligroso, no sólo para Wall Street, no sólo para las personas a las que señala, pero para cualquiera que está un poco fuera de línea".

¿A quiénes se refería Blankfein? Son los 18 principales criminales corporativos que Sanders citó por evasión masiva de impuestos, cómplices de la crisis económica de 2008.  Incluyen a Brian Moynihan, CEO de Bank of America, el banco que recibió $1.3 mil millones de dólares en el rescate del gobierno;  Blankfein, de Goldman, que recibió $824 millones de dólares del plan de rescate del Tesoro;  James Dimon de JPMorganChase, que recibió $416 mil millones en un rescate;  Boeing;  GE; y así sucesivamente.

Sanders enumera todos los puestos de trabajo que las corporaciones trasladaron al exterior, los miles de millones en impuestos que hubieran tenido que pagar si no fuera por los paraísos fiscales en el exterior y el hecho de que muchos de ellos pagaron cero impuestos.  (Trueactivist.com)

Estas decisiones administrativas deben ser a lo que Blankfein se refería al decir "un poco fuera de línea".

Elecciones Capitalistas Y Lucha De Masas

Las reglas de la política electoral capitalista en EUA son extremadamente restrictivas, incluso comparándolas con otros países capitalistas.  El ganador se lleva todo, lo que descarta la representación proporcional.  Para cualquiera que no sea del Partido Demócrata o Republicano, solo para inscribirse existen requisitos onerosos de petición.  Las campañas son extremadamente caras, lo cual ha facilitado que los ricos controlen totalmente el proceso de elección -- incluso antes de la decisión "Ciudadanos Unidos" por el Tribunal Supremo que eliminó el límite de donación.

Solo en raras ocasiones puede una campaña primaria presidencial ser utilizada para expresar la oposición de las masas.  Esto pasó en 1968 cuando el senador Eugene McCarthy abrió una campaña contra la odiada guerra de Vietnam.  Sucedió de nuevo en 1984 cuando Jesse Jackson emprendió una campaña contra el reaganismo, la austeridad y el racismo.

Ahora ha ocurrido con Sanders.  Sin embargo, las/os progresistas y revolucionarios no deben pasar por alto el lado negativo de Sanders y el señuelo engañoso del Partido Demócrata.  Sanders todavía no ha acogido plenamente el movimiento las Vidas Negras Importan y la lucha contra el racismo y la brutalidad policial.  Él todavía no ha denunciado el mar de trillones de dólares de gasto militar que quita el dinero de los servicios sociales.  Ha sido ambivalente sobre Cuba, defendiendo sus logros sociales en un momento y al otro diciendo que es una dictadura.  Él es partidario de Israel y tiene muchas otras contradicciones.

Además, todos los verdaderos avances de las masas no han venido a través de las elecciones sino a través de la lucha.  Los derechos sindicales, el seguro social y los beneficios sociales fueron ganados en los años 1930 con marchas, huelgas generales y huelgas de brazos caídos.  Los derechos civiles fueron ganados a través de la lucha de millones de afroamericanas/os y blancas/os progresistas que se enfrentaron a la policía.  Medidas contra la pobreza fueron ganadas por rebeliones en ciudades de todo el país.  Los derechos de la mujer fueron ganados con marchas y protestas.  La lucha por los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros comenzó con la Rebelión de Stonewall.  La cruel legislación anti-inmigrante fue derrotada por la histórica huelga de millones de inmigrantes el 1º de mayo de 2006.

Reformas Son Siempre Reflejo De Lucha Anterior

Sobre todo, mientras la auto descripción de Sanders como socialista demócrata haya legitimado el término socialismo, él es de hecho, un reformador liberal del capitalismo.  Quiere hacer que el sistema de explotación capitalista sea más humano.  El o la verdadera socialista se pone en pie en la plataforma de abolir el capitalismo. 

Romper los bancos no es suficiente.  No es suficiente frenar la avaricia corporativa.  Mientras que los bancos y las corporaciones tengan el control de la economía, tienen decenas de miles de hilos por los cuáles pueden controlar el gobierno, el estado, el tesoro y la vida económica del país.

El verdadero socialismo busca abolir por completo el sistema de la esclavitud del salario y colocar la economía en manos de las/os trabajadores y oprimidos.  La economía debe ser manejada de manera planificada para el beneficio del pueblo y no para ganancias de ninguna clase.  Esa es la forma de acabar con la desigualdad de ingresos, la injusticia, y toda clase de opresión.

Hay una manera de registrar el apoyo para el socialismo revolucionario sin apoyar al sistema de dos partidos capitalistas.  Voten para Monica Moorehead para presidenta y Lamont Lilly para vice presidente en la lista electoral del Partido Workers World/Mundo Obrero.


LA PROPUESTA DELIBERADAMENTE OMITIDA -AMM

Desde México
11/Enero/2015


La Propuesta Deliberadamente Omitida.
Por Alberto Medina Méndez

En tiempos de campaña electoral los dirigentes se aprestan a proponer soluciones a mansalva recorriendo cada uno de los temas que preocupan a la sociedad. La idea central es captar voluntades, sumar personas dispuestas a apoyarlos y para eso no solo resulta imprescindible trabajar en la imagen del candidato, sino también indispensable brindarle algún trascendente contenido discursivo que atraiga a los circunstanciales votantes.

Bajo esa modalidad, los postulantes además de recitar grandilocuentes alegatos y hablar de un modo políticamente correcto, suelen proponer ideas que llevarán a cabo si eventualmente son seleccionados.

En ese contexto, prometen hasta lo imposible para lograr el acompañamiento de sus eventuales adherentes. A veces ni siquiera explican demasiado como conseguirán esos resultados, sino que se limitan a mencionar objetivos generales, sin mayores precisiones para evitar que ciertos aspectos específicos deriven en la pérdida de apoyo electoral.

Cuando la cuestión económica está en el centro de la escena, todo pasa por allí. El candidato se muestra como un técnico solvente, que además se rodea de profesionales prestigiosos en la materia que le aportan ese plus que todo político desea disponer. La sensación de equipo económico, de gente que trabajará en el asunto, resulta determinante.

Si el tópico es la inseguridad, tampoco le faltarán argumentos al dirigente. Como en otros casos, tendrá a disposición una nutrida lista de especialistas que aportarán su mirada y estudios pormenorizados para darle marco formal y seriedad a esas propuestas que permitirían mejorar el presente.

Pero siempre existe un ausente sin aviso. De la corrupción no se habla. Cierto pragmatismo dirá que en las encuestas este ítem no tiene significación. Tal vez la gente se ha resignado y asume esa regla como parte del paisaje. Piensa que todos los dirigentes políticos, de uno u otro modo, apelan a ella en algún momento, o esperan hacerlo en el futuro.

Cierta crispación social se agudiza cuando las formas son demasiado burdas, y el despliegue del corrupto es desenfrenado. Pero esa no parece ser la mayor preocupación de una comunidad que entiende finalmente que todos son demasiado parecidos y que solo se puede esperar algo de pudor y de discreción a la hora de quedarse con el patrimonio de los ciudadanos.

Lo tangible es que las propuestas para erradicar la corrupción no aparecen en la grilla de iniciativas que los candidatos están dispuestos a sugerir a la comunidad para que los acompañen en las urnas. El nudo central del tema no está en la agenda, pero no por una omisión involuntaria, sino por una decisión premeditada del candidato, de su partido y de su entorno.

Si bien proponer transparencia en la administración de los recursos estatales, una lucha despiadada contra la corrupción, el encarcelamiento de funcionarios que se han apropiado de lo ajeno y malversado los presupuestos públicos, podría ser electoralmente interesante, ningún candidato está dispuesto a romper ese "código", casi mafioso, que subsiste en las entrañas de la corporación política.

Por un lado los que están en el juego, los que gobiernan un municipio, una provincia o desde el mismísimo ámbito nacional no cometerán semejante error, y evitarán entonces meterse en problemas innecesariamente.

Saben que tienen mucho por ocultar y que sus gestiones no han sido para nada honestas. Mal podrían tirar la primera piedra. Sería muy riesgoso para ellos iniciar esa secuencia. Es que sobrepasar esa línea podría derivar en que sus adversarios coyunturales hicieran lo propio y le pusieran sobre la mesa la lista de cuestiones a explicar de sus propias administraciones.

Del otro lado, los que aun no son integrantes de gobierno alguno, tienen, probablemente, alguna cuenta pendiente del pasado, de ese momento en el que sí fueron protagonistas de esa conducción, y es posible que allí también exista alguna historia sin una sólida explicación.

Inclusive los que nunca siquiera participaron del sistema, prefieren dejar de lado este urticante punto. Saben que en el futuro pueden estar sentados allí y no desaprovecharían idéntica oportunidad de manotear lo de todos y quedarse con algo para su provecho personal y partidario.

La "caja" del Estado, en cualquiera de sus formas, sigue siendo un botín para la política. El que llega lo usará a discreción. Unos serán más burdos, otros más sutiles, pero todos de algún modo harán abuso de esa herramienta. Para ello necesitan que todo esté oculto y que sea lo suficientemente turbio para que nada se note demasiado.

En plena tarea proselitista, en ese momento clave en el que se está convocando a los votantes para apoyar propuestas, una de ellas nunca aparece. De juzgar a los corruptos y de terminar con esta etapa funesta en el que los dirigentes políticos y funcionarios saquean despiadadamente a la sociedad de una manera grosera, siempre se prefiere no hablar.

No ha sido un descuido menor, ni una distracción anecdótica, ni tampoco una omisión impensada. Cuando de corrupción se trata, los candidatos y los partidos políticos hacen de la lucha contra este flagelo una propuesta deliberadamente omitida.





POTENCIALIDADES DE UNA CANDIDATURA DE IZQUIERDA INDEPENDIENTE EN LAS ELECCIONES PANAMEÑAS DE 2014 - OB


Desde México
29/Octubre/2012


POTENCIALIDADES DE UNA CANDIDATURA DE IZQUIERDA INDEPENDIENTE EN LAS ELECCIONES PANAMEÑAS DE 2014
Olmedo Beluche

Después de veinte años de un régimen controlado férreamente por los partidos políticos oligárquicos, empieza a abrirse en Panamá la posibilidad de que las fuerzas independientes, progresistas, populares y de izquierdas (entendiendo por el último concepto a quienes estamos por el cambio social en un sentido amplio) puedan participar en un proceso electoral. La última vez que estos sectores políticos se presentaron a unos comicios con fórmulas propias fue en 1984, bajo el régimen del general Noriega. El descrédito de los partidos tradicionales y sus políticos, las luchas de resistencia contra las medidas antipopulares de la “democracia” neoliberal, que se instauró con la invasión norteamericana en 1989, han resquebrajado la unidad de la clase dominante y abierto una brecha en el antidemocrático Código Electoral panameño.

Por fin empiezan a fructificar los debates con la vanguardia popular, respecto a la importancia de presentar a la clase trabajadora y al pueblo panameño una propuesta político electoral propia. Debate que libramos desde el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), en los 90, y desde el Movimiento Popular Unificado (MPU), desde el año 2000; y que dio sus primeros pasos en la constitución del Partido Alternativa Popular, en 2007, que fuera ilegalizado en 2011. La recién aprobada reforma electoral (Ley 54 de 2012) se vio en la obligación de reglamentar la Libre Postulación a Presidente de la República, que fuera una conquista colectiva alcanzada en las calles y en los tribunales por el Movimiento “Jované Presidente”, en 2009.

Aunque la reglamentación establecida en esa ley dista de ser genuinamente democrática, y pese a que persisten obstáculos de diverso tipo a la participación electoral, el establecimiento de un piso de un 1% de firmas de adherentes (17,000 aproximadamente) para postular un candidato/a independiente a la Presidencia, permiten visualizar como realmente factible la inclusión de una candidatura surgida desde abajo, desde fuera de los partidos tradicionales, emanada del corazón de los gremios, sindicatos y demás movimientos populares.

En estas nuevas condiciones, el pasado 6 de octubre de 2012, se constituyó en la ciudad de Panamá el Movimiento Independiente de Refundación Nacional (MIREN), encabezado por el Prof. Juan Jované, figura referencial del movimiento popular y que fuera director de la Caja de Seguro Social (1999-2003) con el apoyo unánime de las centrales sindicales del país. MIREN, conformado por activistas y dirigentes populares de un amplio espectro de fuerzas del país, levantó un programa de transformaciones nacionales cuyo centro es la lucha por el derecho a comer y trabajar, la soberanía y la seguridad alimentarias, la salud y la educación, la lucha contra la corrupción y la refundación de la República con una Asamblea Constituyente originaria (ver Declaración en la página de Facebook del MPU y en Kaosenlared).

Lo más importante de MIREN es que, pese a que Jované es sin duda la figura cimera que, con toda legitimidad, es postulado por muchos de nosotros para encabezar la propuesta popular independiente en 2014, porque es el dirigente más reconocido de todos (así lo prueban las encuestas), se trata de un movimiento abierto y no cerrado, dispuesto a dialogar sin precondiciones con otros sectores populares y políticos que compartan la necesidad de una candidatura de estas características.

Sin hacernos falsas ilusiones y sin desconocer los sesgos de las encuestas pagadas por los grandes medios de comunicación, los diversos sondeos auguran para las elecciones a realizarse en año y medio, que un candidato independiente con un  programa antineoliberal de transformaciones puede sacar resultados más que aceptables. Analicemos lo que dicen las más importantes encuestadoras en sus últimos estudios de opinión: Unimer e Ipsos  (realizados a fines de septiembre, antes de la postulación de Jované) y Dichter & Neira (realizada el 14 de octubre, una semana después de su postulación).

Unimer (La Prensa), realizó su último sondeo entre 20 y 23 de septiembre, en una encuesta cara a cara con una muestra de 1206 personas, con un nivel de confianza de 95% y margen de error de 2,8%. Ante la pregunta abierta de por quién votaría para Presidente si las elecciones fueran hoy, responden: Por J. C. Navarro (PRD) 33,4%; J.C. Varela (Panameñismo) 18,2%; Guillermo Ferrufino (CD) 17,4%; Laurentino Cortizo (PRD) 1,6%; Otros 3.3%; Ninguno 10,8%; No sabe/No responde 10,9%.

Cuando Unimer pregunta ¿Por cuál candidato independiente votaría usted para Presidente? Las respuestas (con margen de error del 4,5%) fueron:  J.C. Tapia (comentarista de boxeo televisivo y del Grupo Medcom) 46,9%; Ana M. Gómez (ex procuradora de Martín Torrijos, destituida por Martinelli) 7,6%; Rubén Blades (incluido en esta categoría por primera vez) 5%; Juan Jované 1,8%; Alberto Alemán Z. (ex director de la Autoridad del Canal) 1,4%; Otros 0,7%; No sabe/No responde 33,6%; Ninguno 3%.

Unimer también incluye otra pregunta a considerar: ¿qué posibilidades ve usted en las elecciones de 2014 a una alianza de sectores de izquierda, como Frenadeso, Conusi, Suntracs y el Frente Amplio Democrático? Respuestas cerradas: Pocas 37,9%; Ninguna 33,1%; Bastantes 13,9%; Muchas 4,1%; NS/NR 10,9%. Las respuestas a esta pregunta da para una buena reflexión: la suma de quienes le ven posibilidades a una alianza de izquierdas da un significativo 18%. Sin embargo, no se ve reflejada esta tendencia en la pregunta anterior, en la que no aparece el nombre de la figura más representativa de este sector, Genaro López. Ni tampoco Jované parece recoger esa tendencia, según esta encuesta. ¿Será porque no se ha concretado esa postulación, por que no se ha producido la alianza o simplemente la ven pero no votarían a otras alternativas?

Ipsos  realizó su sondeo entre el 25 y el 29 de septiembre, a 1200 personas en áreas urbanas y semiurbanas, con nivel de confianza del 95% y margen de error del 2,8%. Frente a la pregunta de si en ese momento fueran las presidenciales, por quién votaría, las respuestas fueron: J.C. Navarro 21%; J.C. Varela 17%; G. Ferrufino 14%; Ricardo Martinelli 6%; Balbina Herrera 3%; L. Cortizo 1%; Samuel Lewis 1%; J.C. Tapia (independiente) 1%; No votaría 4%; NS/NR 29%.  Esta encuestadora introduce otra pregunta interesante (al parecer cerrada) en si votaría al bloque del gobierno, oposición o independiente: Oposición 39%; Gobierno actual 23%; Independiente 10%; Ninguno 12%; No votaría 16%.

Ipsos pregunta: ¿Considerando que usted no votaría por los partidos del gobierno, ni por el PRD, qué otra figura independiente le parecería que podría ser un buen candidato presidencial? Las respuestas fueron: J.C. Tapia 24%; Ana M. Gómez 6%; Juan Jované 3%; Milton Henríquez 2%; Genaro López 1%; la Cacica Ngäbe-Buglé Silvia Carrera 2%; otro 1%; No simpatiza por ninguna figura 30%; NS/NR 32%.

La encuesta de Dichter & Neira se realizó entre el viernes 12 y el domingo 14 de octubre de 2012 (una semana después de la postulación de Jované), a una muestra de 1200 personas, de áreas urbanas y semiurbanas. Con margen de error del 2,9%. Según esta encuesta, las intenciones de voto para presidente están así: J.C. Navarro 17,8%; R. Martinelli 17,5%; J.C. Varela 13,2%; G. Ferrufino 8,9%; J.C. Tapia 3,4%; L. Cortizo 2,4%; Samuel Lewis 1,1%; Otros 1,8%. Ninguno/No votaría 24%; NS/NR 9,8%.

Considerada por bloques la intención del voto, tenemos que 23,8% votaría por un candidato del actual gobierno; 36,35 lo haría por uno de los partidos de oposición; 16,5% votaría por un independiente; NS/NR 23,4%. De quienes se declararon simpatizantes de los partidos del gobierno, 9,65 votaría por un independiente; de los simpatizantes de los partidos de la oposición, 13% votaría a un independiente; de los que se declaran independientes, 23% votaría a un candidato de las mismas características, mientras que el 40,1 se mantuvo en la duda y no respondió.

Lo más interesante de la encuesta de Dichter & Neira, para nuestro caso es que, las intenciones de voto para candidatos independientes se presentan así: J.C. Tapia 34,5%; Juan Jované 8,2% (casi duplicando su intención de voto respecto a septiembre, que era de 4,3%); Ana M. Gómez 5,3%; Genaro López 2,1%; Mariano Mena 1,3%; Otros 0,8%; Ninguno/No votaría 34,3% (se redujo desde el 46,7% en septiembre); NS/NR 13,7%.

Arriesguemos algunas hipótesis de trabajo a partir de estos números, a las que seguramente otras personas podrán agregar otras:

Sin haber empezado la campaña, sin que se haya clarificado quiénes serán los verdaderos candidatos/as, sin las presiones de los medios y las maquinarias electorales: hoy, un claro sector del electorado se inclina por un candidato independiente: 10% según Ipsos, 16,5% según Dichter & Neira. Mientras que la encuesta de Unimer no deja ver la intención de voto a una candidatura independiente, un claro 18% se muestra optimista frente a una “Alianza de Izquierdas”. Esto no es poca cosa, en una elección que se vaticina fragmentada y no polarizada como la del 2009.
El alto porcentaje de indecisos, que no sabe o no responden, que es normal dada la distancia de año y medio a los comicios, muestran el campo fértil donde un proyecto político independiente y popular debe trabajar: 11% para Unimer; 23,4% Dichter & Neira; 29% para Ipsos.
A los indecisos cabría sumar una parte de quienes hoy, por estar enojados con el sistema, dicen con claridad que no votarían, quienes podrían ser permeables a una propuesta claramente diferenciada del régimen y sus partidos: 4% para Ipsos, 10,8% para Unimer y 24% para Dichter & Neira.
Agreguemos que todas las encuestas marcan como el principal problema para la ciudadanía el del alto costo de la vida, asunto en el que sólo una propuesta como la de Jované, que propugna claramente por el control de precios, puede llegar a la conciencia del electorado. Otro problema agudo es el de la percepción de corrupción generalizada, en el que hay que afinar las propuestas asociadas a la consigna de Asamblea Constituyente.
Un problema a resolver es el de la “unidad” de la izquierda y los sectores populares, lo cual potenciaría mucho más una candidatura de este tipo. Sin embargo, dada la experiencia y la historia, no cabe ser optimistas al respecto.
Tal vez más importante que lo anterior es tender un puente y un diálogo hacia dos sectores importantes cuantitativa y cualitativamente: los torrijistas honestos que hoy no desean votar por J.C. Navarro y que no quiere caer en la trampa de Samuel Lewis o Alemán Zubieta (13% según Dichter & Neira); y a los pueblos originarios, en particular los Ngäbe-Buglé, quienes han dado la mayor cuota de lucha y sacrificio contra los desmanes del gobierno de Martinelli. En este último caso, es notorio que la cacica Silvia Carrera marca en las encuestas (2% según Ipsos). Puesto que Jované ha dejado abierta la puerta para sumar una mujer en su fórmula presidencial, no hay la menor duda que la candidata ideal sería Silvia Carrera, que permitiría sumar los votos de los pueblos originarios, el 10% de la población.
En el plano del debate político, la propuesta popular e independiente, debe hacer frente a dos argumentos que utilizará la burguesía para confundir y neutralizar: a.  La falacia de la “unidad de la oposición para vencer al autócrata Martinelli”; b. Que da lo mismo cualquier candidato que se proclame “independiente”. En ambos casos, la respuesta está en el programa, que debe sostener un claro signo: antioligárquico, antineoliberal, popular, defensor de los derechos sociales y económicos de la clase trabajadora, con claras medidas de regulación del mercado y protección a los productores agrícolas, de reforma completa del régimen institucional y político. En ese marco, no puede haber unidad con los responsables del régimen antipopular y oligárquico, lo que incluye a los partidos de gobierno y oposición, y a algunas figuras disfrazadas de “independientes”.
Y, ¿el socialismo a dónde queda? Los socialistas debemos apoyar esta lucha, que es un paso en el camino correcto, porque en un país donde los trabajadores votan a empresarios como Martinelli, Navarro o Varela, hay que empezar por fomentar la conciencia de clase “para sí”, es decir, la confianza de que la clase trabajadora puede gobernar y tener sus propios partidos y propuestas políticas.

Panamá, 18 de octubre de 2012.
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