Desde Estados Unidos
Fecha: 20/Abril/2016
El Poder Político Afroamericano Y Las Elecciones
Por Abayomi
Azikiwe
El papel de las/os afroamericanos es
fundamental durante los últimos dos meses de primarias y asambleas en
aproximadamente 20 estados.
Los dos candidatos a la nominación
demócrata, la ex secretaria de estado Hillary Clinton y el senador Bernie
Sanders, han hecho llamados especiales para ganarse a las/os electores
afroamericanos.
Este proceso se remonta por lo menos a
1960, cuando un reemergente electorado negro apoyó al candidato demócrata John
F. Kennedy, llevándolo a la Casa Blanca. Sin embargo, numerosos militantes de
la época, como Malcolm X y Stokely Carmichael, criticaron al gobierno de
Kennedy por su fracaso en la protección de las/os trabajadores de derechos
civiles, así como por su incapacidad para propulsar legislación en el Congreso
para proteger los derechos sociales y políticos a nivel nacional del oprimido
pueblo afroamericano.
El 6 de agosto de 1965, la Ley de Derecho
al Voto fue firmada y convertida en ley por el presidente Lyndon B. Johnson.
Esta ley fue el producto de la creciente lucha de la población afroamericana a
mediados de la década de 1960 para exigir la plena igualdad y el derecho a la
auto determinación.
Restricciones
Del Derecho Al Voto Reanudadas Por El Tribunal Supremo
Casi cinco décadas después, el 25 de junio
del 2013, el Tribunal Supremo de EUA anuló las disposiciones de aplicación de
la Ley de Derecho al Voto por una sentencia de 5-4 en el caso del Condado de
Shelby [Alabama] versus Holder. Esta decisión evisceró la autoridad del
Departamento de Justicia para supervisar e intervenir cuando están involucrados
problemas relacionados con el acceso al voto y la representación legislativa.
El recientemente fallecido juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia observó en
aquel momento, que ese proyecto de ley en el período moderno representaba un
tipo de "privilegios raciales" para las/os afroamericanos. Esta
declaración se hizo en un momento en que la gran recesión había devastado a
las/os afroamericanos en las áreas de ejecuciones hipotecarias, pérdida de
empleos y disminución de ingresos y bienes de la familia.
Un artículo del New York Times dijo que el
fallo "efectivamente anuló el corazón de la Ley de Derecho al Voto de 1965
por una votación de 5 a 4, liberando a nueve estados, sobre todo en el Sur,
para cambiar sus leyes electorales sin previa aprobación del gobierno federal.
... En el núcleo del desacuerdo estuvo si las minorías raciales continuaban enfrentando
obstáculos a la votación en los estados con una historia de
discriminación". (25 de junio de 2013)
En representación de la mayoría en la
decisión, el conservador juez del Tribunal Supremo, John G. Roberts escribió:
"Nuestro país ha cambiado. Si bien cualquier tipo de discriminación racial
en el voto es demasiado, el Congreso debe garantizar que la legislación que
pasa a remediar ese problema hable sobre las condiciones actuales".
Leyes instituidas por varios estados para
aumentar las barreras al voto fueron vindicadas por el fallo. En el mismo
artículo del New York Times, las autoridades en Texas "anunciaron poco
después de la decisión, que una ley de identificación de votantes que había
sido bloqueada entraría inmediatamente en vigor, y que la redistribución de
mapas distritales ya no necesitaría aprobación federal".
Estas y otras medidas como la negación de
acceso a las urnas para aquellas personas con antecedentes penales, descalifica
aproximadamente a un 25 por ciento de las/os votantes afroamericanos en la
Florida. En general, alrededor de 1,3 millones de personas en este estado del
sur faltaban en las listas de votantes en el momento de las elecciones
primarias del 15 de marzo.
Aumentan
Luchas Populares Contra Ofensiva Derechista
Nunca se iniciaron medidas concretas para
abordar estas preocupaciones bajo la administración del presidente Barack
Obama. Las elecciones del 2010, 2012 y 2014 vieron la transformación de los
demócratas de ser una mayoría en el Congreso, a ser una minoría.
La ausencia de una alternativa política
efectiva tanto dentro como fuera del Congreso, dio lugar a la profundización de
un programa político de derecha que ha aumentado la capacidad de la clase
capitalista para dominar en general a la clase trabajadora y oprimida. La
represión estatal por los organismos policiales y de inteligencia refuerza el
sistema de explotación con impunidad.
Casi todas las manifestaciones de masas y
rebeliones desde 2012 han sido en respuesta a los homicidios de
afroamericanas/os y latinas/os por policías y justicieros ilegales. Estas
protestas y actos de destrucción de la propiedad han llevado a la
militarización en todos los niveles de los cuerpos policiales, que han sido
suministrados por el gobierno federal con armas automáticas, vehículos
blindados, tanques, productos químicos, porras y dispositivos de sonido
diseñados para reprimir y dispersar a la multitud.
Cambio
De Actitudes Políticas En 2016
Nuevas encuestas indican que la campaña de
Sanders ha ganado apoyo significativo en la comunidad afroamericana en el Medio
Oeste y la Costa Oeste. Una encuesta reciente indicó que en un plazo de dos
meses, Sanders lideraba a Clinton entre las/os votantes afroamericanos en
Wisconsin antes de la primaria del 5 de abril.
Un artículo del Huffington Post el 31 de
marzo señala que "el 27 de febrero, Hillary Clinton lideraba Bernie
Sanders entre las/os votantes afroamericanos por 52 puntos. Para el 26 de
marzo, lideraba a Sanders sólo por nueve puntos. Y el 6 de abril, Public Policy
Polling, una respetada organización de encuestas electorales, publicó una
encuesta que muestra que Sanders lidera Clinton entre las/os votantes
afroamericanos en Wisconsin por 11 puntos".
La encuesta sugiere que "en
definitiva, la campaña de Clinton se encuentra en medio de un colapso histórico
- en gran parte debido a la desintegración del apoyo a Clinton entre las/os
votantes no blancos – y que los medios a nivel nacional no se han dado
cuenta". Las elecciones primarias en las próximas semanas probarán o refutarán
estas afirmaciones.
Esta tendencia se vio en Michigan a
principios de marzo y se reflejó en los estrechos y cuestionables márgenes de
victoria de Clinton en Illinois y Missouri, junto con la falta general de
entusiasmo de su segunda campaña presidencial.
De todos modos, hay un grado de
desesperación en la campaña de Clinton sobre todo referente a los resultados de
las primarias de Wisconsin. Clinton mantuvo reuniones de campaña en barrios
afroamericanos en Milwaukee durante la última semana de marzo.
En dos eventos importantes, el
representante Gwen Moore, único miembro afroamericano de la Casa de
Representantes de Wisconsin, se paró junto a Clinton en el escenario. Moore dio
la bienvenida a Clinton en un Club de Niños y Niñas, alegando que la ex senadora
de Nueva York y ex primera dama, había ayudado a jóvenes afroamericanas/os en
Carolina del Sur, mientras trabajaba para el Fondo de Defensa de los Niños.
(WPR.org, 31 de marzo)
Necesidad
De Acción Política Independiente
¿Qué ganan las/os afroamericanos con su
continuo apoyo a candidatas/os demócratas centristas, a la luz de la historia
de la década de 1990 bajo Clinton y los últimos ocho años de la administración
de Obama? Desempleo, pobreza, encarcelamiento en masa, terrorismo policial y
arraigado racismo institucional siguen siendo barreras estructurales para el
progreso socioeconómico y el empoderamiento político.
El aparente cambio de perspectiva hacia la
campaña Sanders ilustra el descontento entre numerosos grupos del Partido
Demócrata, de los cuales las/os afroamericanos son una agrupación
indispensable. La dependencia de Clinton en los funcionarios electos y las
estructuras organizativas del partido, no ha sido suficiente para sostener una
serie de victorias en el Sur y otras áreas durante la primera fase de la
campaña.
Surgen preguntas en el electorado sobre el
papel del proceso de "superdelegados", en el que fuerzas
comprometidas, la mayor parte en representación de los jefes del partido,
mantienen la capacidad de anular las pérdidas electorales sufridas por Clinton
en varios estados clave, incluyendo Michigan, Alaska, Hawái y Nueva Hampshire.
Esto se convertirá en un debate crítico a la luz de varias encuestas que
muestran a Sanders ejecutando una campaña mucho más fuerte contra el principal
candidato republicano Donald Trump en las elecciones generales de noviembre.
Estos cambios en las opiniones políticas
deben conducir a una mayor independencia política durante el proceso de
primarias, elecciones nacionales y posteriormente. Finalmente, las/os afroamericanos, las/os
oprimidos de otras nacionalidades y la clase trabajadora en general deben romper
con el Partido Demócrata para establecer su propia organización que hable en su
nombre y luche por un programa de liberación total y construcción de socialismo
genuino.
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