Desde Países Vascos
Fecha: 20/Abril/2016
Una Federación De
Pueblos En El Rompecabezas Sirio
Por Leandro Albani
En el norte de Siria las organizaciones que defienden la zona del
terrorismo declararon un sistema federal de gobierno. Cuando el pasado 17 de
marzo las organizaciones políticas y militares que controlan el norte de Siria
(Rojava, en kurdo) declararon la federalización de esa región, se concretó una
realidad que desde hace tres años se abre paso en la turbulenta Siria.
Levantando una polvareda de declaraciones cruzadas a nivel nacional e
internacional, pero también demostrando que el proceso político y social en el
norte del país tiene un fuerte respaldo de los pobladores, este hecho deja en
claro que los pueblos de Rojava tienen un peso político por demás de importante
en el devenir de Siria.
Las milicias YPG/YPJ que combaten al Estado Islámico (EI), junto a una
decena de agrupaciones, entre las que se encuentra el PYD (Partido de la Unión
Democrática), se reunieron durante dos días en el pueblo de Rimêlan, al noreste
de Rojava, para debatir el futuro de la región.
La conclusión del encuentro -en el que participaron 31 agrupaciones
políticas y 200 delegados de los cantones de Kobane, Afrin y Cizire, además de
pobladores árabes, asirios, siríacos, armenios, turcomanos y chechenos de las
regiones de Girê Spî, Shaddadi, Alepo y Shenba-, fue la declaración de un
Sistema Federal Democrático para el norte del país.
En un comunicado difundido con posterioridad detallaron que el nuevo
sistema federal “encapsula a todos los componentes sociales y garantiza que la
futura Siria será para todos los sirios”. Además, fueron electos los
co-presidentes y 31 representantes del flamante Consejo de Organización, que
tendrán que redactar un Contrato Social (Constitución). El nuevo sistema, según
lo informado, adhiere a las resoluciones de Naciones Unidas sobre Derechos
Humanos, por lo cual se llama a los pobladores a participar “en la fraternidad
de los pueblos y la paz”.
Uno de los puntos más importantes de la declaración es el que refiere
que “la liberación de las mujeres es la esencia del sistema democrático
federal”. “Las mujeres tienen el derecho a una participación igualitaria y a la
toma de responsabilidades en relación a los temas de su interés –resolvieron los
participantes -. Las mujeres serán representadas en igualdad en todas las
esferas de la vida, incluyendo todas las esferas sociales y políticas”.
A su vez, para este nuevo sistema se defiende que las comunidades del
territorio tengan libertad para desarrollar las relaciones económicas,
sociales, culturales y democráticas “con quienes ellos estimen pertinente, o
compartir sus creencias y cultura con los pueblos y comunidades a nivel
regional o internacional, a condición de que esas relaciones no interfieran con
los objetivos e intereses del sistema democrático federal”.
La Historia De La
Federación
El concepto de federación anunciado en Rojava fue uno de los objetivos
principales de las organizaciones kurdas y de otras nacionalidades que habitan
el norte de Siria cuando comenzaron la defensa de su territorio, atacado en un
principio por el Ejército sirio y luego por grupos terroristas como Al Qaeda y
el Estado Islámico. Su antecedente se encuentra en la ideología del Partido de
los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de su líder, Abdullah Öcalan, principal
teórico del Confederalismo Democrático, ideología que tiene una fuerte impronta
en el pueblo kurdo. En Rojava, los preceptos del Confederalismo Democrático
fueron avanzando al mismo tiempo que las YPG/YPJ repelieron los ataques
terroristas y conquistaron territorio. Es más, cuando los cantones de Rojava
aprobaron su Contrato Social en 2014, en ese texto se aseguraba que se
“reconoce la integridad territorial de Siria y aspira a mantener la paz interna
e internacional”.
Autoadministración, construcción de poder comunal, una economía mixta
que priorice las formas cooperativas, respeto de cultos, religiones y
costumbres, y una permanente participación de las mujeres tanto en el plano
político como de autodefensa son, a grandes rasgos, las características del
Confederalismo Democrático, una ideología que se ha vuelto incomoda, pero que
sin dudas abre un camino novedoso para Medio Oriente.
“Atravesamos una fase histórica y circunstancias muy críticas –se explicó
en la declaración de Rimêlan-. Siria está experimentando la peor tragedia en su
historia. Millones han sido desplazados y cientos de miles de personas han
muerto, sin mencionar el inmenso daño que ha sufrido la infraestructura del
país. A pesar de esto, una experiencia democrática ha sido creada y defendida
en Rojava con la sangre de los mártires. Grandes avances se han logrado en este
periodo. Esta es una verdadera oportunidad para construir un sistema
democrático federal. Estamos seguros y confiados en que esto va a ser un modelo
para una solución a la crisis de Siria”.
Las Críticas
Rechazados en los diálogos de Ginebra, -donde se trata de buscar una
solución a la crisis siria-, con el acecho de Turquía sobre sus cabezas –que no
sólo respalda al Estado Islámico sino que bombardea Rojava-, y con un fuerte
respaldo de los pueblos que viven en el norte sirio, las agrupaciones
políticas, tribus y clanes que habitan la zona, encabezados por el PYD y las
YPG/YPJ, rompieron la tensa calma diplomática que sobrevolaba Siria con la
creación del sistema federal.
Las respuestas no se dejaron esperar. El gobierno de Damasco rechazó la
iniciativa a través de su cancillería, que en un comunicado advirtió “todo
intento de socavar la unidad o la integridad territorial de Siria bajo
cualquier nombre”. El Ejecutivo argumentó que la declaración de un sistema
federal “constituye una violación de la unidad del territorio sirio, y eso
contradice a la constitución y los conceptos nacionales y las resoluciones
internacionales”.
Desde el Consejo Nacional Sirio (CNS), organismo opositor y vinculado
fuertemente con grupos irregulares, también rechazaron el anuncio y expresaron
que “cualquier intento de formar entidades, regiones o administraciones que
confiscan la voluntad del pueblo sirio”.
Quien alertó sobre el nuevo sistema fue el gobierno de Moscú, que a
principios de marzo había sugerido que un Estado federal en Siria podía ser un
modelo adecuado para preservar la unidad y la soberanía del país. El
vicecanciller ruso, Mijail Bogdanov, declaró que “no tiene sentido alguno
proclamar nada al margen del proceso de negociaciones y del diálogo intersirio.
Es una posición para negociar pero no se pueden tomar aquí decisiones
unilaterales”. A su vez, llamó a tomar las decisiones de este tipo “por
consenso” y reiteró el llamado de Rusia para que los kurdos y las kurdas formen
parte de los diálogos de Ginebra, algo que es rechazado de manera tajante por
Turquía, que los acusa de “terroristas”.
Por su parte, Estados Unidos también negó la posibilidad de un sistema
federal de Rojava. “Hemos sido muy claros con que no vamos a reconocer las
regiones autónomas en Siria”, expresó Mark Toner, portavoz del Departamento de
Estado. “Esto es algo que debe ser discutido y aceptado por todas las partes
interesadas en Ginebra y luego por el propio pueblo sirio”, explicó el
funcionario, aunque olvidó decir por qué los kurdos no participan en los
diálogos.
Aunque las informaciones sobre el sistema federal en el norte de Siria
son escasas, su concreción no es resultado de la coyuntura actual de Siria. El
pueblo kurdo, junto a otras nacionalidades que habitan esa región, tiene en sus
espaldas una larga historia de luchas, resistencias y reveses. La defensa de
Rojava, los combates contra el Estado Islámico y la construcción de una
sociedad que rompa con los paradigmas de Medio Oriente, es parte de ese proceso
histórico con final abierto.
@leanalbani
leandroalbani@gmail.com
Publicación Barómetro
internacional.barometro@gmail.com
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